sábado, 23 de noviembre de 2013

Desafío D30 #23: La sesión que más ha durado

 En 1998 mi grupo de Compostela estaba compuesto por cuatro amigos (dos amigos y dos amigas) y yo. Nos turnábamos dos a dirigir, pero el otro máster tuvo que volver a Ferrol urgentemente y nos quedamos los cuatro conmigo como máster. Empecé entonces otra crónica de Vampiro (habíamos estado jugando en la actualidad en Nueva Orleáns, y ya habíamos terminado) en Venecia en el siglo XVI. Eran partidas con dos novatas que entraron de lleno en esto del rol (Ana y Cheti), y un veterano que sabía llevar muy bien la partida (Fran). Fue una crónica impresionante, de la que guardo muy buen recuerdo. Tuvo una mini-resolución, pero nunca la acabamos realmente (y ya sería imposible juntar a aquel grupo).
Normalmente quedábamos a las 16:30, esperábamos a estar todos y solíamos empezar en serio sobre las 17:30. Hubo un día que paramos de jugar a las 8h del día siguiente. Lo normal era dejarlo sobre las cuatro o cinco de la mañana. Tomábamos cafés, preparábamos algo de cenar pero eran casi todas horas de juego real y con escenas bastante intensas que requerían mucha concentración (además eran escenas en las que todos estaban atentos: si la acción sólo era para un jugador, los otros dos estaban pendientes de lo que sucedía). Casi sin dados y con mucha interpretación.

Pocas veces después pude jugar tantas horas seguidas, y con tanta calidad de rol.  

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