domingo, 28 de septiembre de 2014

Las Runas Perdidas

Malachai era, a sus 15 inviernos, un cazador bastante decente. No era un "hombre" (todavía) pero pronto lo sería. El Bosque de los Aullidos, cerca de la población fluvial de Arenas Grises, era el hogar de su clan. Era todo lo que conocía. Su cara, cubierta con una máscara de 
Por eso cuando vio el carro tirado por la mula atravesando el sendero del bosque, con aquel hombre conduciendo, dos mujeres andando al lado derecho y un joven al izquierdo pensó "más sanguijuelas del norte". Desde que el Imperio de la Luna Roja había tomado las grandes ciudades de Sartar y , el Paso del Dragón era un caos. Pero Arenas Grises (llamada así por una pequeña industria dedicada a la arcilla) esta exenta, por ahora, de invasores lunares. No así de refugiados huyendo de aquéllos. Y Malachai había perdido a un hermoso zorro naranja por el ruido del carro.

"Mira, padre", dijo Zlatan, "¡un zorro naranja! Debe haber una manada de zorros por aquí". El padre lo miró con incredulidad y masculló "¿manada de zorros?... Manada de zorros... Tiene tela". Zlatan sabía que había metido la pata. Ahora escucharía al viejo murmurando todo el camino.

Malachai, desde su posición elevada, vio la flecha clavada en el costado del conductor tarde. Un grupo de tres arqueros ocultos disparaba al grupo del carro. Vestían harapos de cuero, pero no parecían orlanthis. El muchacho disparó sin dudar, dejando a dos heridos. Zlatan defendió el carro cuando dos incursores intentaron rapiñarlo. Al acabar el combate su padre había muerto, y su madre estaba herida. Su hermana menor, Sif, hacía lo posible por cuidarla. Con ayuda de Malachai pusieron rumbo a la aldea, y allí pidieron los servicios de Magda, seguidora de Chalana Arroy y curandera local.

Únzar, siervo de Humakt
Mientras, Malachai llevó a Zlatan ante Únzar, un fiel seguidor de Humakt y custodio del templo de la aldea. Únzar, apoyado en su ancha espada de metal brillante, vio el colgante que Malachai le había quitado a uno de los cadáveres y dijo "Hsunchen... escoria impía". De Únzar aprendieron que los hsunchen eran rapiñadores, seguidores de animales totémicos... el oso era su dios. Malachai dio un respingo... su máscara ocultaba una gran cicatriz, fruto en su niñez de un encontronazo con un oso pardo del bosque. Su padre había golpeado al oso, rompiéndole dos dedos de la garra derecha, y el oso había desaparecido. Nunca más se había visto.

Zlatan decidió quedarse con su madre, pero Malachai rastreó a los hsunchen hasta que, muy profundo en el bosque, dio con una madriguera bajo las fuertes raíces de dos robles. Allí habitaba el Mal: un gran oso devoraba los cadáveres de los hsunchen caídos en el ataque al carro... eran el tributo al dios Oso. Oculto entre las raíces, Malachai vio la zarpa derecha del monstruo: faltaban dos uñas. Se tomó su tiempo y preparó el arco, disparando dos flechas que fueron dignas de un bendecido por Odayla el Cazador. El oso cayó con dos flechas clavadas en el cráneo.
La cueva olía a putrefacción, pero al final de la misma Malachai encontró un altar y, sobre él, una corteza de madera extraña con una runa grabada con forma triangular. El joven cazador cortó la zarpa del oso y volvió triunfante, pero alerta, a Arenas Grises.


Resumen de la primera sesión a Runequest Mongoose en el Paso del Dragón.

martes, 16 de septiembre de 2014

Breve sobre sexismo

Durante un tiempo se ha estado dando vueltas sobre este importantísimo tema, creo que los puntos culmen serían un importante debate en el blog Ghilbrae por varios posts escritos por Diacrítica. También hubo la polémica con el tema de la Chainmail Bikini de los amigos de la Marca del Este. Ahora veo en Piedra, papel, D20, y en el vlog de Panda cosas sobre el tema... Hemos leído mucho en G+ a Nebilim hablando con palabras duras a veces, por ejemplo sobre la mesa redonda de las TdN de este año. Es difícil ser neutral en este tema, y creo que es un error serlo: aquí hay que posicionarse.

Cuando dirigía a mi primer grupo conseguimos convencer a dos amigas para jugar (teníamos sobre 14 años) y se hicieron dos guerreras con armaduras de verdad (era MERP). Jugaron poco pero jugaron bien, ayudaron mucho al grupo y creo que pasaron un buen rato, pero aquello no era lo suyo y era más por estar con nosotros en los lluviosos y eternos inviernos compostelanos que por querer jugar.

Cuando en la universidad encontré otros grupos en todos hubo chicas que jugaban de manera divertida y que enriquecían las sesiones. En el grupo más estable éramos 3 chicos y 3 chicas. Lo pasé muy bien compartiendo tiempo con ellas, así como sus puntos de vista sobre el juego. Recuerdo partidas de GURPS medieval fantástico, Vampiro Edad Oscura y Cyberpunk.

El grupo más estable después de la universidad (con nuevos amigos) estaba compuesto por dos chicas, un chico y conmigo de máster. Las mejores partidas fueron las de Vampiro Edad Oscura; era un juego en el que ellas (estudiantes de Historia y de Arte respectivamente) se encontraban en su salsa. Tanto les gustó la crónica que una de ellas ¡acabó casándose conmigo!

Mi grupo actual está hasta los topes de testosterona... cuatro tíos. Mi compañera dejó paulatinamente el grupo al nacer nuestra hija. Supongo que ahí sí hay sexismo, y me fastidia bastante. 

Todo esto viene a que llevo con chicas en la mesa bastante tiempo. No era de los que se ponían nerviosos y muditos al ver una jugando, o peor: faltón y cretino. O sea: sí... Yo también soy de esos que dicen "pues a mí no me pasa".

Pero lo que me gustaría recordar es que, en los años '50, un señor publicó un libro al que luego tacharían de machista, aunque tenía mujeres ejemplares en cada capítulo. Me refiero al Profesor y, cómo no, al Señor de los Anillos.

Leo a Lobelia y veo a una mujer fuerte que lucha por lo que cree que son los derechos de su familia.
Leo a Baya de Oro y veo a una mujer liberada que hace lo que quiere con quien más quiere.
Leo a Arwen y veo a una princesa prometida de destino trágico y dulce a la vez, pero del que es dueña por decisión propia.
Leo a Galadriel y veo a una reina consejera, poderosa y humilde a un tiempo.
Leo a Éowyn y veo a una mujer guerrera que lucha por sus ideales y por los lazos de amor con su familia, y que está dispuesta a sacrificar su vida para evitar que el Mal prevalezca.

Tolkien nunca me ha parecido machista (hablo de sus libros). Creo que son fruto de una época y del sexo de su autor. Pero escribir en esa época renglones como los que narran la historia de la princesa de Rohan, por ejemplo, me parece digno de elogio.

Estos personajes han sido tratados de manera dispar por los más grandes... Frazetta y McBride, por ejemplo.
Esto no es lo que imaginó Tolkien, pero es fruto de un momento... que NO es el actual

Esta sí es Eowyn. Al menos la que yo imagino y de la que Tolkien se sentiría orgulloso
 Si entendemos que el estilo es importante, entendamos que Barbarians of Lemuria va de colosos broncíneos en taparrabos y chicas en chainmail bikinis o susceptibles de ser sacrificadas. Que es así, va de eso.

Recordemos que esto es de 1976... y se lió parda por su culpa

Pero, por favor, si no es necesario sacar tangas, chicas jamonas y más carne de lo necesario, evitémoslo. En ese aspecto me encanta El Anillo Único por ser lo que llamaría "gamergirl friendly": los personajes que salen son coherentes con la ambientación. En otros juegos actuales cuesta ver un filtrado así.

Son cosas que están enquistadas en esta sociedad, que incluso creo que van a peor, que van de la mano con la "cosificación" de la mujer y del ritmo de mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas, o de chicas violadas como si nada. Somos unos frikis con poco poder real, pero si como afición podemos ir dando ejemplo con un giro de timón para equiparar el respeto que se da a lo masculino con lo femenino en lo que leemos y jugamos, pues démoslo... ¿no?