lunes, 19 de mayo de 2014

Al abordaje!

Estos días me he empapado de la serie Black Sails, un homenaje al mundo de los piratas. Enmarcaré esta entrada en la etiqueta "con ojos de rolero", que es como me gusta a mí ver series y cine. Pero al asunto.


La serie consta de una temporada de ocho episodios, en los cuales hay una trama principal y varias subtramas, todas ellas con su punto de interés si te gusta esta temática. Nos enclava en la salvaje Nassau de principios del XVIII (unos veinte años antes de los hechos de La Isla del Tesoro) y se nos presentan varios personajes, casi todos muy fuertes, con trasfondos y que enganchan con facilidad, todos interrelacionados por uno u otro motivo. Nos encontramos con viejos conocidos por el público, como el capitán Flint, Billy Bones o el propio John Silver, de la novela de Stevenson; pero interactúan con otros muchos personajes reales como Charles Vane, Ben Hornigold o John Rackham.

Capitán Charles Vane, pirata y macarra a partes iguales. 
Ojo a la pinta de rajagargantas que tiene el actor

El hecho de mezclar realidad con ficción , recurso tan rolero, hace que rápidamente te apetezca sacar cualquier sistema (Aquelarre, 7º Mar, Envenenado!) y plantar a unos cuantos jugadores en medio de un abordaje en pleno Caribe Español. 

La cara de pillo del embaucador John Silver, superviviente ante todo

Espoileando un poco, nos encontramos con un plan para sorprender a un barco bien cargado de oro, el Urca de Lima; diversas facciones quieren hacerse con tal plan y tal oro, y un lugar en medio de los mares -Nassau- que quiere valerse por sí mismo económicamente, pero en el cual hay también intereses encontrados. Traiciones, alianzas, amoríos, escaramuzas, veleros, tesoros y piratas. No sé hasta que punto la fidelidad histórica es precisa, pero tampoco me importa mientras no se vean furgonetas o relojes Casio. Al final el asunto es que no deja de ser una macarrada. Es decir, que es Sons of Anarchy pero con bergantines.

La Walrus, la nave del Cap. Flint

En general me gustaron las actuaciones por parte de los protagonistas y algún secundario memorable, aunque noté cierta lentitud en la trama a veces. Las escenas de acción son lo que se espera de ellas en estas temáticas (rápidas, sangrientas y sin miramientos) y hay ciertos giros de trama que me resultaron muy interesantes.

Max, un personaje complejo y contradictorio de los que me gustan

¿La pega? Un pedazo de cliffhanger final, así que más vale que no cancelen la segunda temporada de 10 episodios que, en teoría, tienen asegurada, ¡o pasaré a esos bastardos por la quilla! ARRRRR!!!

En definitiva, a mí me gustó bastante, porque son 8 episodios que me contaron algo y considero que el tiempo que invertí me compensó (sobre todo teniendo en cuenta que con mi hija tengo que sacarle horas al sueño para poder ver algo).

PS: A raíz de ver la serie me hice con Envenenado! de Vincent Baker. Un juegazo, sí señor. Ya le haré un post.