domingo, 4 de marzo de 2018

Másters del Roliverso

Hace diez años trabajaba en un centro rural agrupado de la hermosa localidad de Rianxo. El martes nos quedábamos a comer para las reuniones de claustro y coordinación de la tarde; a mediodía, después de comer siempre hablaba un rato con mi mujer por teléfono para ver qué tal la mañana. "Murió Gary Gygax" me dijo, "salió en la tele hace un rato".
Fue extraño, como cuando un pariente lejano al que no conoces casi nada muere a miles de kilómetros. 
Hace 30 años cayó en mis manos "El Hechicero de la Montaña de Fuego", y eso me transformó en máster. Quizá ya lo era, pero no lo sabía. Como ya he contado en varias ocasiones, todo comenzó leyéndoselo a unos amigos que decidían los movimientos y tiraban los dados por el protagonista, miestras yo los tiraba por los enemigos.

Al quedarnos pequeño el libro pasé a crear La Espada de las Gemas Mágicas (mi primer RPG) y luego La Misión. Vendrían otros detrás, como mi versión de Advanced Oca (parodia ideada desde el fanzine Passive Comics) donde los aventureros saltaban de oca en oca, luchaban para salir del pozo, se tiraban del puente... Yo era de esos chavales "a los que no les gusta leer". Mi problema, obviamente, era que no me habían puesto en las manos algo que me gustara leer.  Hasta que en 7º de EGB cayó de lectura obligatoria El Hobbit. Pedí a mi madre El Señor de los Anillos por el Círculo de Lectores e, inmediatamente, El Silmarillion. Me costó bastante leerlos, pero despertó en mí cierta avidez por la lectura que no he podido eliminar. En 1º de BUP, con 14 años y muchas semanas de paga, me compré MERP en la librería Komic de mi ciudad. Aquello eran ligas mayores. Desde ese momento hasta que dejé de jugar con mis colegas de la calle, seis años después, solo yo hice de máster. No sería hasta llegar a la facultad donde jugaría mi primera partida como jugador. Si, diez años sin ponerme delante de una pantalla. No sabía ni por dónde empezar.

El instituto y la facultad fueron momentos de un boom en mi biblioteca lento pero seguro: Cthulhu, Rolemaster, Runequest, Mundo de Tinieblas en general a partir de Vampiro 2ª... Claro que una vez empezada la etapa laboral en serio pude aumentarla mucho más hasta completar mi estantería actual. 

Siempre que compro un libro me convenzo de que es para dirigirlo, que hay que jugar al menos una partida. No siempre cumplo, claro. 
Pero insisto: para dirigirlo. No para jugarlo. Para ser el máster, el MC, el director de juego, el narrador, el Guardián de los Arcanos, el árbitro. Lo que sea. Pero de máster.

Me encanta, es la posición de juego que prefiero. Por eso me cuesta más jugar a Fiasco, Polaris u otros sin máster. Gustándome, los disfruto menos. Crear el mundo, ver cómo los jugadores evolucionan y van descubriendo lo que les rodea. Poniéndolos en bretes, escuchar cómo resuenan los engranajes de sus cerebros resolviendo enigmas... y esa cara al sacar el crítico que destruye a ese enemigo jurado. 
Supongo que mi profesión de maestro me predispone a ser máster... o quizá sea al revés, y haber sido máster tantos años me predispone a la docencia y mis alumnos no sean otra cosa que pjs subiendo de nivel.

En fin, podemos cerrar agradeciendo a Gygax la buena idea que tuvo. Que a muchos nos cambió la vida, tal vez.

Y que los dados os sean propicios.


I would like the world to remember me as the guy who really enjoyed playing games and sharing his knowledge and his fun pastimes with everybody else.

-Gary Gygax