sábado, 31 de julio de 2021

Star Wars FATE EAdlS: Final de Temporada

La cara de Vjun a la que se acercaban estaba defendida por cazas TIE, y alas A y X. La Némesis tuvo que aplicarse para sacárselos de encima y poder acercarse a las coordenadas que tenían preparadas. No se acercarían ni al Castillo Bast ni a Malreaux, pero el planeta era un desafío en sí mismo.

Aterrizaron cerca de una fuente de energía lo suficientemente interesante como para albergar algún tipo de factoría y se dispusieron a hacer una incursión: Lucas, Zeth, Garen y el mandaloriano acabaron atrapados dentro de un campo de fuerza que ocultaba unas instalaciones en la ladera de un cañón regado por la intensa lluvia ácida de Vjun. Sólo les quedó entrar y buscar la manera de desactivar el campo de retención; si, de paso, encontraban allí más pistas sobre el Arquitecto, mejor.

La instalación estaba excavada dentro del cañón de piedra beige y tenía unas dimensiones enormes. El lugar era laberíntico y acabaron teniendo que luchar contra varias unidades de troopers imperiales cinernetizadas. No supusieron una gran amenaza, pero sí un estorbo. Acabaron entendiendo el sistema de señalética y, con ayuda de una tarjeta de acceso, acabaron llegando a lo que parecía una bahía médica... Acabarían entendiendo que había llegado a las instalaciones de reconversión, donde los droides médicos usaban tecnología del Arquitecto para crear los ciborgs. Allí descubrieron que había un laboratorio animal (Lucas tuvo un mal encuentro con un lagarto hssiss) y Garen encontró datos en una computadora que les servirían para guiarse por la instalación. 
El problema surgió cuando las compuertas de acceso se conectaron solas y dejaron fuera al mandaloriano: su "hermana" Essantha , al mando de otros mandalorianos, reclamaba su presencia en la sala de control desde la megafonía. La amenaza incluía la muerte de todos en ese sector de la base. Llegaron unos soldados ciborg que apuntaron y escoltaron a Bárid, llevándoselo de la bahía médica.
La instalación tembló. Garen descubrió que el núcleo del reactor estaba degradándose y estallaría en cuestión de una hora. Por otro lado, un gran flujo de energía salía en dirección a una plataforma subterránea llamada DMS... DMS: ¿"dispositivo de masa sombra"? Sabían que el Arquitecto estaba diseñando uno gracias a los conocimientos robados a varios intermediarios (incluido Darth Necronis)... con ese dispositivo podría arrasar mundos enteros.

Zeth usó su sable para abrir un agujero en la compuerta de acceso y, junto con Lucas y los conocimientos de Garen sobre la base, salieron uno a evitar la explosión del reactor, el otro a frenar la activación del DMS.
Garen se quedó en la bahía médica, pues habían encontrado a 3 humanos criogenizados. Tardaría en despertarlos, pero todo indicaba que si lograban frenar la fusión del núcleo del reactor, podría salir vivos de allí.

Lucas logró, cruzando por el laberinto de pasillos y por la zona subterránea de factorías (que estaban estallando bajo la vigilancia de varios droiditectos) llegar al reactor y purgar parte de la energía y frenar (que no impedir) la destrucción de la base.
Zeth tuvo suerte dispar, porque en su llegada a la plataforma DMS se vio frenado por... su hermano Awol, el mismo que había explotado frente a él en Phindar. Logró sacárselo de encima, y pudo ver la gran esfera de 50m de diámetro que era el DMS. Reposaba bajo un gran túnel cilíndrico, como el cañón de un arma balística. En cualquier momento saldría al exterior. Zeth intentó impedirlo, pero no supo cómo podría. Se coló en el túnel, y varios Awol clonados (con su correspondiente explosivo térmico en el pecho) saltaron a por él... el dathomiriano tuvo que esmerarse para no caer. Aún así, logro escapar bajo las narices de sus enemigos.

Lucas, por su parte, llegó al centro de control tras una intensa carrera. Allí se encontraría nada menos que con uno de los técnicos científicos responsables de todo aquello: Daro Garen, el padre de Gar Garen. Lucas intentó convencerlo, pero ahora Daro era un sirviente fiel del Arquitecto. El científico logró que llegaran refuerzos en su ayuda, un enorme mandaloriano cibernético que poco pudo hacer contra Lucas y la Fuerza.

Lucas acabó sacándole al padre de Gar dónde estaba realmente el centro de control y con un Zeth salido de la nada (el dathomiriano tenía una extraña capacidad para esfumarse de un lugar y aparecer en otro con rapidez... toda una proeza).
Los dos acabaron atravesando varias esclusas de seguridad y llegando a una enorme y aséptica sala donde un enorme ojo mecánico oscilaba en frío silencio escoltado por dos droiditectos: era el Arquitecto.


Hablaron brevemente, pero la IA parecía interesada en enredos y trucos, y los jedi prefirieron pasar a las negociaciones agresivas. Lucas saltó sobre el ojo y empezó a cortar cables de alimentación y causar el máximo daño posible, mientras Zeth esquivaba incesantemente los ataques de los droiditectos y los mantenía ocupados. La destrución de la instalación, del ojo y de la información que mantenía enteros a los sirvientes cibernéticos se consumó. Todo empezó a estallar. Buscaron una salida de ventilación y se dejaron arrastrar al exterior del complejo.

Por otro lado Gar Garen tenía despiertos ante él, en camillas flotantes, a dos hombres y una mujer. No supo darles muchas explicaciones, así que hizo que las camillas lo siguieran al exterior. 
Llegó tras un pequeño combate contra ciborgs y un encontronazo con troopers imperiales en el exterior: tuvo suerte de ser reconocido, gracias a su actuación en salvar vidas en la Piett recientemente. Los troopers y sus 4 cañoneras estaban allí, y le explicaron que eran de la Piett: la vicealmirante Nesh había unico cabos también, y seguido a la Némesis. En órbita la Piett luchaba contra la Scarif (tomada por el Arquitecto), que estaba en ruta de colisión con la base de tierra. Era todo un caos.

La esfera DMS salió al exterior y Gar pidió a los troopers atacarla. Montaron las camillas en dos de las cañoneras, y las otras dos abrieron fuego contra la esfera. Era raro para Gar luchar al lado del Imperio, cuando hace unos años había sido vendido por ellos a la hynah de Selitan. El DMS lograría salir a órbita y sería destruida por la Piett al tiempo que la Scarif se estrellaría contra lo que quedaba de la base del Arquitecto. La Némesis, que se había unido al combate, recogería a Lucas y a Zeth justo a tiempo para no sucumbir por la enorme explosión conjunta del reactor y la Scarif.

Fueron recibidos en la Piett, donde la vicealmirante Nesh les pidió disculpas y agradeció su actuación. Sin duda había salvado millones de vidas. Junto con los tres "despertados" (resultaron ser Juno, Riefen y Reynolds, viejos amigos de Lucas treinta años atrás... una larga historia) regresarían a Yavin 4 para poder disfrutar de cierta calma durante una larga temporada.

Pero Lucas y Zeth no podían evitar mirarse de vez en cuando y recordar cómo, justo antes de que la esfera del DMS explotara por los torpedos de la Piett, un objeto de unos 10m de diámetro que estaba justo en el centro de la esfera, parecido a dos pirámides truncadas unidas por la cúspide desapareció en una nube de oscuridad. Pudieron verlo perfectamente desde su posición en la Némesis. Fueron los únicos que pudieron verlo. Pero guardarían el secreto.

Lo que quedó también como un misterio es qué habría pasado con el mandaloriano Barid Bastra y su hermana Essantha.
 

jueves, 29 de julio de 2021

Star Wars FATE EAdlS: Abordaje.

La Némesis avisó a la Piett de su entrada de emergencia por el hangar 2 estribor (el contrario al que estaba siendo atacado). El puente del crucero imperial era un hervidero, y admitieron la entrada casi reticentemente, pero la admitieron.

En el hangar había unos troopers que quisieron impedir que avanzaran hacia el interior del crucero. Lucas, Zeth y Garen los apartaron con miradas aceradas, mientras el mandaloriano se quedaba cubriendo a Plug-In, que se conectaría a un zócalo del hangar para mandar información en tiempo real a los jedi. Las compuertas se abrieron y los tres jedi avanzaron siguiendo las indicaciones del droide.

Al cabo de unos minutos se encontraron con una escena de combate a muerte: varios troopers intentaban retener el avance de un droiditecto de beskar  hacia el puente. Con cierta experiencia en combatir con otro de ellos en Phindar, los tres jedi unieron fuerzas para destruir al droide en un ataque combinado desde diferentes puntos buscando las zonas de articulación sin beskar. Siguieron su camino hacia la zona de servidores, en busca de un segundo droiditecto que parecía intentar deshabilitar la nave y tomar el control de las computadoras; también allí salieron victoriosos. Ambas acciones hicieron que los troopers los miraran con admiración y temor.

Zeth Nux con su sable de cristal kyber negro

Mientras Lucas y Garen intentaban desmontar la memoria de uno de los droides, Zeth acudió al hangar de babor, por donde se decía por los comunicadores que estaban entrando soldados desde el exterior. El dathomiriano, al llegar, no daba crédito: individuos sin traje de vacío entraban atravesando la pantalla del hangar desde el espacio, lanzados desde la Scarif. Cables, circuitos y extraños acoples surgían de su piel, e iban armados con blásters y armas cuerpo a cuerpo. Zeth, bajo la asombrada mirada de los troopers, entró al combate haciendo que su hoja negra y blanca deflectara disparos y acabara con varios de esos ciborgs.

El grupo se reunió de nuevo en el hangar 2, con la memoria del droide y piezas de beskar. Subieron a la Némesis tras un breve encontronazo con unos troopers que no querían que abandonaran la Piett, y saltaron al hiperespacio tan pronto como pudieron, rumbo a Vjun.

Durante el viaje se recuperaron de sus heridas e intentaron recuperar cierto equilibrio mental. Garen estaba muy afectado por lo que había descubierto sobre fu familia, grandes científicos los dos... su madre, muerta y enterrada en Phindar... su padre, desaparecido a manos del Imperio. Zeth y Lucas percibieron su desequilibrio y le ayudaron a meditar y a recuperarse.

Pararon en Gala primero, justo antes de Vjun, y allí se abastecieron de material en un planeta lleno de galacianos: humanoides azules parecidos a los chiss. En el mercado negro consiguieron unos trajes de protección contra atmósferas ácidas y unos cohetes para mochila mandaloriana. Pero se fueron con dudas... ¿a quién debían lealtad los galacianos?

sábado, 17 de julio de 2021

Star Wars d6 EAdlS: El Todo y la Nada (II)

Regresaron en la Némesis al poblado phindio y se ocultaron unos días mientras el mandaloriano se recuperaba de las heridas en una tienda. En ese tiempo aprovecharon para recuperarse, reparar el X-wing que habían encontrado y explorar lo aledaños de la aldea.

Vieron, también, cómo el Imperio destruía la base norte junto con el Templo del Todo. Pudieron impedirlo, pero no lo hicieron. A partir de ahí notaron un gran desequilibrio de la Fuerza en el planeta, como si la parte Luminosa se apagara y el Lado Oscuro prevaleciera.

Viajaron a lo que eran los restos de la antigua base del Arquitecto (donde Las Máquinas que Matan), ya que el desequilibrio de la fuerza los llevaba directos a esa zona y allí descubrieron la tumba del maestro jedi dueño del x-wing estrellado y de los sables verdes que ahora portaba Garen. Entre otras, también encontraron la tumba de Lira Garen, madre de Gar. El pequeño jedi portaba una gema negra en sus manos, con un potente lazo con el Lado Oscuro. Entre los tres alteraron el flujo de Fuerza e hicieron que el cristal estallara, eliminando su poder.

Restauraron el equilibro de la Fuerza, pero eliminándola de la idiosincrasia del planeta.

Acabaron explorando un Templo oculto de una extraña raza cerca del lago que bañaba el Cementerio Grande (el crucero republicano estrellado). Eran sensibles a la Fuerza, pero la usaban para mantener el equilibrio entre lo que ellos llamaban el Todo (La Luz) y la Nada (el Lado Oscuro) por medio de unos cruentos sacrificios por medio de dagas ceremoniales. Consiguieron aplacar a los espíritus que había allí y restaurar finalmente el flujo de la Fuerza. Lo que no supieron fue a qué coste. Una de las antiguas dagas malditas, por cierto, acabó en el chaquetón de cuero del arqueólogo jedi Lucas Thunderstruck.

Los phindios no tenían ni idea, pero en el poblado descubrieron tecnología de la república que llevaba décadas inactiva (desde las Guerras Clon, para ser precisos). Se trataba de tecnología defensiva, un viejo escudo deflector que sustraía energía del subsuelo. Con algo de miedo consiguieron reconectarlo, pero el coste fue que el crucero Piett los detectara y mandara un par de cañoneras. 

El mandaloriano pilotó el X-wing y derribó las cañoneras, no dudando en acabar con los troopers que intentaban escapar de las incendiadas cabinas. El dathomiriano se juró que tendrían una conversación sobre ese tema, porque tenía ahora la convicción de que la vida debía ser preservada. Capturaron a dos troopers y los interrogaron, y algo descubrieron de su situación legal para con el Imperio: busca y captura. Decidieron que lo mejor sería largarse de Phindar eludiendo las patrullas.

Se aprestaron y se despidieron de los phindios dejándoles el escudo listo por si había problemas. Fue en órbita cuando entendieron por qué no tenían problemas para salir del planeta: la Piett estaba siendo atacada desde un lateral por la nave republicana Scarif, ahora modificada por anexos, cables externos, piezas recambiadas... era la Scarif, pero no lo era. Quién sabe qué habría sido de Denau y sus hombres. Lanzaron los sensores hacia las naves, y vieron que la Scarif tenía vida en su interior, toda en un estado... ¿cómo decirlo? Era como si toda su tripulación fueran de enfermos en estado vegetativo... pero que se movían por todas las cubiertas.

Por el fuego cruzado y las dos barquillas de abordaje con droiditectos dentro que impactaron en la Piett supieron que el crucero imperial caería pronto en manos del navío controlado por, suponían, la Inteligencia Artificial llamada El Arquitecto.

Se miraron entre ellos en la cabina de la Némesis y decidieron que no podían dejar que la Piett fuera derrotada: pusieron rumbo hacia ella a velocidad máxima.

domingo, 4 de julio de 2021

Star Wars d6 EAdlS: El Todo y la Nada (I)

Lucas y Necronis iban a perseguir al droiditecto al interior de la base. Contactaron con la Némesis (recién aterrizada a menos de un click en la espesura sur) y hubo un tenso encuentro donde Lucas tuvo que responder por Necronis. Durante mucho tiempo habían compartido una línea de destino con él como antagonistas, pero ahora había un enemigo común.

El plan cambió y sería el siguiente: Lucas entraría en la base y atraería al droide fuera, donde Zeth y Necronis irían al cuerpo a cuerpo con sables después de que Bárid disparara desde una altura. Garen se quedaría a cubierto en espera, por si era necesario.

Fuera, el mandaloriano se puso en lo alto de una cresta de tierra y hierba con su rifle amban, preparado por si salía el droide. Zeth y Necronis a ambos lados de la entrada de la base, y Garen se quedó oculto, en reserva.

Dentro había cadáveres de troopers y técnicos dispersos por varios lugares. Acabó encontrando al droide, que intentaba destruir uno de los colectores de lava con el se suministraba de energía térmica a toda la base. Lo que buscaba era hacer estallar toda la instalación. Era imbatible, pero algo habría de hacerse. 

Lucas consiguió atraer su atención, consiguió asimismo impedir que los colectores dejaran de funcionar, y propició que el droiditecto lo persiguiera hacia el exterior. 

Fuera todos estaban tan centrados en la salida del droide que nadie reparó en el silencioso y rápido descenso de combate de dos cañoneras imperiales... no se percataron hasta que las tenían encima escupiendo bláster sobre ellos. El primero en recibir impactos fue el mandaloriano (tumbado en el suelo pero muy a la vista desde el aire), que quedó fuera de combate y habría acabado muerto de no ser por su armadura de aleación de beskar.

El fuego de bláster se intensificó cuando Lucas salió de la base con el droide detrás. Hubo un intenso combate donde el droide acabó derribando una de las cañoneras con su E-Web pectoral modificado, y entre Lucas y Garen pusieron en fuga a la otra (diezmando a sablazos a sus troopers) y consiguieron rescatar a Mando.

Se replegaron hacia la Némesis, no sin que antes Zeth y Necronis persiguieran al droide de vuelta al interior de la base. Lucas y Garen cargaban a Mando hacia la nave. Lucas, cargando con medio mandaloriano, giró su cabeza. Metros más allá de la entrada de la base, tras la cascada del fondo, percibió algo. Una sensación vinculada a la Fuerza de algún modo... ¿quizá el "templo del Todo" al que se había referido el Traductor phindio?

El droide pretendía hacer estallar la base de nuevo. Zeth y Necronis lo persiguieron por la base.

Lucas regresó corriendo para ver que los troopers habían atacado la entrada de la base y ésta había colapsado. Miró a la cascada... allí había algo. Atravesó la película de agua y vio los restos de una batería de pantalla deflectora... Alguien había montado un muro de energía para que no se pudiera entrar en esta cueva tras la cascada; pero el combate, fortuitamente, había sobrecargado el escudo y reventado la batería: la vía estaba expedita. Lucas entró.

Eran gigantescas. Esculturas de viejos maestros, seres de otra raza que juzgaban desde sus pétreos rostros al caballero jedi. Algo parecía querer entrar en él, y Lucas permeó su mente al sentirse en calma... Nuevas formas de entender la Fuerza, formas que Luke ya había intentado expresar a los nuevos jedi, se integraron en su mente mientras caminaba por aquella cueva. El camino acabó en una pequeña compuerta que se abrió y sacó al caballero jedi de su ensoñación. Estaba dentro de la base, y ruidos llegaban del interior. Siguió las voces, llegando a una especie de bahía médica extraña, las voces resultaron ser de un sargento imperial que daba órdenes a un grupo de cuatro phindios "convencidos". Entre ellos estaba el Traductor. Lucas irrumpió en la escena, empujó al sargento e intentó hablar con los phindios. Éstos levantaron sus armas, pero dudaron. Lucas penetró en la mente del Traductor, enderezó aquéllo que los imperiales habían retorcido allí y el phindio despertó y frenó a sus paisanos. Lucas logró hacer lo mismo a todos los phindios. Les indicó cómo salir de allí por el Templo del Todo, y destruyó la maquinaria de la bahía médica, que eran tecnología de lavado cerebral.

Zeth y Necronis persiguieron al droide y le lanzaron varios infructuosos ataques para seguidamente retirarse; era frustrante ver cómo el beskar era impenetrable. Necronis parecía buscar algo en el pecho de la criatura, y procuraba lanzar todos sus ataques sobre esa zona. Zeth recibió un golpe que lo lanzó contra una pared, pero se recompuso cuando vio aparecer de la nada a Lucas cargando. La lucha los arrastró por varias dependencias, pero el droide logró llegar a la planta energética subterránea donde estaban los colectores de lava.

El combate combinado de los tres contra la criatura, con un afortunado Empujón de Zeth que mandó al droiditecto a la lava, no sin que antes Necronis pudiera extraerle un artefacto de su pecho... el artefacto que había pactado llevarse con Lucas.

Salieron los tres fuera pasando por dos sitios cruciales: la bahía médica donde cogieron varios medpacks y otro material y, todavía más importante, el Tempo del Todo. Lucas percibió el cambio en Zeth, pero supo que también había habido un profundo cambio en Darth Necronis, Utter Rim.

Se despidieron en la pequeña laguna, cada uno con su parte del trato cumplido, y nuestros héroes salieron raudos hacia la Némesis.