Lucas y Necronis iban a perseguir al droiditecto al interior de la base. Contactaron con la Némesis (recién aterrizada a menos de un click en la espesura sur) y hubo un tenso encuentro donde Lucas tuvo que responder por Necronis. Durante mucho tiempo habían compartido una línea de destino con él como antagonistas, pero ahora había un enemigo común.
El plan cambió y sería el siguiente: Lucas entraría en la base y atraería al droide fuera, donde Zeth y Necronis irían al cuerpo a cuerpo con sables después de que Bárid disparara desde una altura. Garen se quedaría a cubierto en espera, por si era necesario.
Fuera, el mandaloriano se puso en lo alto de una cresta de tierra y hierba con su rifle amban, preparado por si salía el droide. Zeth y Necronis a ambos lados de la entrada de la base, y Garen se quedó oculto, en reserva.
Dentro había cadáveres de troopers y técnicos dispersos por varios lugares. Acabó encontrando al droide, que intentaba destruir uno de los colectores de lava con el se suministraba de energía térmica a toda la base. Lo que buscaba era hacer estallar toda la instalación. Era imbatible, pero algo habría de hacerse.
Lucas consiguió atraer su atención, consiguió asimismo impedir que los colectores dejaran de funcionar, y propició que el droiditecto lo persiguiera hacia el exterior.
Fuera todos estaban tan centrados en la salida del droide que nadie reparó en el silencioso y rápido descenso de combate de dos cañoneras imperiales... no se percataron hasta que las tenían encima escupiendo bláster sobre ellos. El primero en recibir impactos fue el mandaloriano (tumbado en el suelo pero muy a la vista desde el aire), que quedó fuera de combate y habría acabado muerto de no ser por su armadura de aleación de beskar.
El fuego de bláster se intensificó cuando Lucas salió de la base con el droide detrás. Hubo un intenso combate donde el droide acabó derribando una de las cañoneras con su E-Web pectoral modificado, y entre Lucas y Garen pusieron en fuga a la otra (diezmando a sablazos a sus troopers) y consiguieron rescatar a Mando.
Se replegaron hacia la Némesis, no sin que antes Zeth y Necronis persiguieran al droide de vuelta al interior de la base. Lucas y Garen cargaban a Mando hacia la nave. Lucas, cargando con medio mandaloriano, giró su cabeza. Metros más allá de la entrada de la base, tras la cascada del fondo, percibió algo. Una sensación vinculada a la Fuerza de algún modo... ¿quizá el "templo del Todo" al que se había referido el Traductor phindio?
El droide pretendía hacer estallar la base de nuevo. Zeth y Necronis lo persiguieron por la base.
Lucas regresó corriendo para ver que los troopers habían atacado la entrada de la base y ésta había colapsado. Miró a la cascada... allí había algo. Atravesó la película de agua y vio los restos de una batería de pantalla deflectora... Alguien había montado un muro de energía para que no se pudiera entrar en esta cueva tras la cascada; pero el combate, fortuitamente, había sobrecargado el escudo y reventado la batería: la vía estaba expedita. Lucas entró.
Eran gigantescas. Esculturas de viejos maestros, seres de otra raza que juzgaban desde sus pétreos rostros al caballero jedi. Algo parecía querer entrar en él, y Lucas permeó su mente al sentirse en calma... Nuevas formas de entender la Fuerza, formas que Luke ya había intentado expresar a los nuevos jedi, se integraron en su mente mientras caminaba por aquella cueva. El camino acabó en una pequeña compuerta que se abrió y sacó al caballero jedi de su ensoñación. Estaba dentro de la base, y ruidos llegaban del interior. Siguió las voces, llegando a una especie de bahía médica extraña, las voces resultaron ser de un sargento imperial que daba órdenes a un grupo de cuatro phindios "convencidos". Entre ellos estaba el Traductor. Lucas irrumpió en la escena, empujó al sargento e intentó hablar con los phindios. Éstos levantaron sus armas, pero dudaron. Lucas penetró en la mente del Traductor, enderezó aquéllo que los imperiales habían retorcido allí y el phindio despertó y frenó a sus paisanos. Lucas logró hacer lo mismo a todos los phindios. Les indicó cómo salir de allí por el Templo del Todo, y destruyó la maquinaria de la bahía médica, que eran tecnología de lavado cerebral.
Zeth y Necronis persiguieron al droide y le lanzaron varios infructuosos ataques para seguidamente retirarse; era frustrante ver cómo el beskar era impenetrable. Necronis parecía buscar algo en el pecho de la criatura, y procuraba lanzar todos sus ataques sobre esa zona. Zeth recibió un golpe que lo lanzó contra una pared, pero se recompuso cuando vio aparecer de la nada a Lucas cargando. La lucha los arrastró por varias dependencias, pero el droide logró llegar a la planta energética subterránea donde estaban los colectores de lava.
El combate combinado de los tres contra la criatura, con un afortunado Empujón de Zeth que mandó al droiditecto a la lava, no sin que antes Necronis pudiera extraerle un artefacto de su pecho... el artefacto que había pactado llevarse con Lucas.
Salieron los tres fuera pasando por dos sitios cruciales: la bahía médica donde cogieron varios medpacks y otro material y, todavía más importante, el Tempo del Todo. Lucas percibió el cambio en Zeth, pero supo que también había habido un profundo cambio en Darth Necronis, Utter Rim.
Se despidieron en la pequeña laguna, cada uno con su parte del trato cumplido, y nuestros héroes salieron raudos hacia la Némesis.
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