La Némesis estaba bastante dañada.
La vegetación del planeta-jungla impedía que los sensores y las comunicaciones funcionaran correctamente. Había que salir a explorar.
En una primera exploración consiguieron contactar con un grupo local que estaba emboscando a unos soldados de asalto. Los jedi ayudaron a los phindios sutilmente, y luego se presentaron ante ellos. Resultaron ser unos rebeldes que luchaban por la independencia del planeta, ocupado por tropas imperiales. Uno de ellos sabía hablar básico. Le llamaron "El traductor".
Los phindios los guiaron a su aldea. Era curioso cómo llamaban a todo humano "imperial", tal vez porque no conocían otra cosa. En la aldea se enteraron de que había otros y anteriores contactos con extranjeros, y que tenían localizados varios lugares como emplazamientos señalables.
El Cementerio Grande, que resultó ser un crucero republicano estrellado en la ribera de un gran lago de frías aguas.
El Cementerio Pequeño, un X-Wing estrellado y parcialmente expoliado.
Un lugar vinculado a La Nada, al sur. El Traductor les dijo que las Máquinas que Matan vienen de allí y que atacaban a los imperiales de vez en cuando.
Al norte, un lugar vinculado al Todo. Allí es donde estaba un antiguo templo phindio y la base del Imperio. El templo era mancillado y los phindios buscaban recuperarlo.
Durante los días que pasaron hubo muchos encuentros. El padawan Garen desapareció secuestrado por Awol Nux (hermano de Zeth) en el Cementerio Grande, llevado a la base de las Máquinas que Matan al sur, para ser liberado (increíble) por Darth Necronis. Garen escapó en un speeder del Arquitecto tras saquear de piezas la base. También encontró un saco con un juego de sables láser cortos. Descubrió en su cautiverio que Awol era un ciborg al servicio de la malvada IA galáctica. Necronis puso en fuga a Awol Nux, y ofreció a Garen sus conocimientos si quería seguirlo como maestro. Garen se negó, pero Necronis lo liberó igualmente. Garen explicaría a sus verdaderos maestros más tarde que veía en el jedi oscuro una especie de guerra privada contra el Arquitecto y sus droides. Intuyeron que los sables pertenecerían a algún jedi muerto en la zona.
Zeth Nux iría después en busca de su hermano, acompañado por el mandaloriano Bárid Bastra. Allí lograrían entrar en la base del sur, donde al Arquitecto creaba sus máquinas que mataban. Encontraron mucha tecnología, una forja que Bárid reconoció como de beskar... y a Awol Nux. El antasño dathomiriano tuvo una breve discusión con su hermano Zeth; pero ésta acabó con Awol activando una carga explosiva oculta en su pecho. Zeth lo empujó con toda su Fuerza, lanzándolo a varios metros hacia la entrada de la base. Ésta quedó destruida y los dos protagonistas aprisionados en la forja.
Acabarían saliendo por unos estrechos túneles de servicio horas después, tras confirmar a la Némesis que estaban vivos y que habían detectado en los sensores de la base "algo dirigiéndose hacia ellos desde el sur".
En el lugar del impacto de la Némesis las cosas se pusieron difíciles. Tropas imperiales y phindios al servicio del imperio habían encontrado la nave y se disponían a atacarla para sacar a los rebeldes del interior. Phindios de la aldea habían venido a ayudar junto con Garen y Lucas (que había ido a la aldea a hablar con el Traductor). Los mandalorianos hermanos de Bárid defendían la posición mientras Dash y Plug-In daban energía a las pantallas deflectoras. Garen y Lucas salieron al ataque, pero en el momento en que se creyeron desbordados por los imperiales un enorme droide aterrizó en medio del campo de batalla causando varias bajas entre los troopers en cuestión de segundos: casi dos metros y medio de tecnología extraña y forma humanoide, y una armadura reforzada que dejó sin habla a Lucas... el caballero jedi lanzó un potente mandoble sobre la cabeza del droide, éste lo detuvo con el antebrazo izquierdo y el haz de luz se quedó bloqueado ante el atónito Lucas... El droide estaba revestido de beskar.
Intentó que la criatura cibernética se centrara en él, propiciando que se alejase de la nave y de Garen y los phindios rebeldes, pero el enorme droide se lanzó sobre Badir (que había bajado por la esclusa de babor a tiro limpio), destrozándole la cabeza y saltando sobre la esclusa donde Essantha abría fuego también, hiriéndola de gravedad. Lucas volvió a saltar sobre el droide, pero éste consiguió bloquear sus golpes y se preparó para aplastar al jedi con sus enormes puños.
El droide salió desplazado varios metros, resbalando por el embarrado suelo y arrastrando cadáveres con sus pies y piernas. Confuso miró sobre su hombro, para ver sobre el casco de la Némesis a Darth Necronis empujando con su Fuerza al droide. Lucas no daba crédito.
El droide, bajo varios posibles atacantes, decidió salir por patas: activó algo en su espalda y un propulsor lo elevó rumbo norte. Necronis salió corriendo en pos de él y Lucas a la zaga.
Parecía que el droide, tal como había explicado el Traductor, buscaba hacer el máximo daño posible a las tropas imperiales. Quizá fuera rumbo a la base imperial del norte.
En el campo de batalla estaba Badir muerto, Essantha malherida, Garen intentando encontrar a los phindios de la aldea (habían sido capturados por los supervivientes imperiales) y, a lo lejos, Zeth Nux y Bárid el mandaloriano, volviendo sin saber lo que había ocurrido.
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