domingo, 28 de febrero de 2021

Star Wars d6 EAdlS: Terrores bajo tierra

 Mando tenía visiones de vez en cuando, pero permaneció atento a la nave, que era su prioridad. La iban a usar contra El Arquitecto, contra el Imperio, contra la Nueva República. Zeth propuso llamarla "Némesis" (la venganza retributiva).

Durante los plácidos días que pasaron en la cuarta luna de Yavin sus espíritus se calmaron. La presencia del maestro Skywalker y de sus enseñanzas traían remanso a sus incertezas y temores. Pero un día comprendieron que debían ir a Selitan para averiguar quién había recibido la transmisión de la vieja sonda imperial. Por ahora era la mejor pista a seguir.

El viaje fue corto, y el recibimiento lleno de sorpresas: Syko, un mon calamari supervisor de las minas de Selitan los confundió con agentes encubiertos de BSI... digamos que un mandaloriano y un dathomiriano tatuado no parecían de otro bando posible.

La superficie de Selitan
Selitan era una colonia subterránea (la superficie era tóxica y radiactiva) a la que se accedía por una chimenea hasta un astródromo para 5 ó 6 cargueros. Todo estaba lleno de polvo, de caras arrugadas de esclavos mineros de la Hynah. La zona residencia, cercana al astródromo subterráneo, eran como ahbitaciones de un motel barato acumuladas como piezas de un juego de bloques hasta una altura de 5, en una ancha calle principal (por llamarle algo) que comunicaba a las zonas de trabajo, talleres y las minas

El mon calamari les explicó que "el hallazgo" estaba en una galería a varios clicks. Habría que ir andando, ya que la era una galería recién abierta a mano y era inestable. Pero valdría la pena. El muchacho que la encontró, Gar Garen (un humano de unos 13-14 años) estaba allí junto a su jefe de galería, un sullustano de unos 60 años, casi ciego del desgaste. Lucas percibió algo subyacente en el pensamiento acelerado del mon calamari... Eran esclavos de la hynah, pero esos mafiosos no sabían nada del "hallazgo"; había informado en secreto a Imperio y República con la esperanza de que intervinieran finalmente en las ilegalidades que en Selitan se llevaban a cabo por parte de la mafia.

Gar Garen, esclavo minero

Gar Garen los guio a través de las galerías de la nueva mina hasta una entrada en la roca que comunicaba con un gigantesco geoda. toda la superficie interior estaba cubierta de cristales, y en el nivel del suelo, en medio, una pirámide de roca negra y rojiza presidía en la oscuridad la enorme burbuja natural. Zeth lo reconoció al instante: el hallazgo era un templo Sith. El muchacho había encontrado, por instinto, un templo Sith. Descendieron junto a Garen por el hueco de la pared hacia el interior.

Geoda

La exploración reveló que el templo tenía una gran losa bloqueando la entrada, inserta en las paredes de la pirámide. Lucas la elevó usando la Fuerza, pero se vio que había otra justo después. Mientras Lucas mantenía la primera, Zeth elevó la siguiente... ¡para descubrir una tercera losa de entrada! Obviamente era un templo Sith, y se necesitada cumplir la Regla de Dos para poder acceder; un solo jedi no lo habría conseguido. 

El templo

Una vez superadas las tres losas de entrada el interior era oscuro, iluminado tenuemente por unas velas de luz verde enfermizo. En un pedestal había un holocrón sith y, en un atril, tres pergaminos raídos con escritura extraña. Bajo el pedestal había una suerte de vasos canopes. Al retirar el holocrón y los pergaminos un gas verdoso comenzó a salir del interior de los recipientes, envolviendo el lugar hasta la altura de las rodillas de una niebla maligna... Zeth, hijo de Dathomir, propuso largarse de allí cuanto antes.

Tuvieron que repetir el alzado de losas de nuevo mientras Mando se preparaba con su rifle amban para cualquier eventualidad. El joven Gar Garen llevaba en asombroso shock desde que los jedi elevaran las losas... nunca había visto algo parecido, pero...

¡Troopers republicanos!
Mando empezó a disparar cuando la última losa se abrió: soldados republicanos disparaban contra ellos desde el hueco de entrada del geoda: "¡Rendíos escoria imperial!". Creyéndose con más posibilidades si se enfrentaban contra los troopers que contra la niebla verde, salieron al exterior soltando la losa y poniéndose a cubierto entre los cristales que salían del suelo. Garen, joven e inexperto, estaba paralizado. Un trooper sacó un detonador ligero y lo lanzó contra en grupo, pero Lucas consiguió rebotarlo y herir a los soldados... pero la onda expansiva hizo vibrar el geoda: ¡cristales caían del techo como lanzas sobre nuestro grupo!

Fue entonces cuando Gar Garen lanzó un enorme grito de rabia, creando incontrolablemente una especie de escudo invisible que pulverizó los cristales que caían sobre ellos en simple arena... Zeth y Lucas miraron asombrados al muchacho (aquello explicaba cómo había encontrado el templo), mientras Mando mascullaba bajo su casco de beskar un "maldita sea, ¿no eran suficentes?, ¡otro más no!".

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