Cervus el constructor tenía varios encargos.
Terminar el templo monóptero de techo abierto en Tyr Melián era uno. Tendría que reparar la torre; ése era otro. Campos de tiro con arco y de lucha para la guardia de la torre; ése no era prioritario, pero que no se te olvide.
El santuario a Cuervo mirando al mar, en Tyr Melián |
También vino el patíbulo. Tuvo orden de montarlo en la salida norte de Boldhome, cerca de los campos de centeno, donde las piedras en círculo sagradas. Allí ajusticiarían, ante todos los del pueblo que quisieran asistir (excepto los niños; los Cuervos de Plata fueron muy claros), a los soldados del sur que atacaron Lejano Vivend desde su barco. El Hermano de Herrumbre sufriría otro destino.
En un sueño visionario Ídril entendió que Cuervo quería que el Hermano fuera sacrificado en el bosque de Aurakal, donde el cementerio.
Cementerio del Bosque de Aurakal |
Así se habría de hacer dos días después, junto con Tháendan y Kurt: el ritual acabaría arrancando el corazón del monstruoso Hermano, corazón que resultó una esfera de un metal extraño y oxidado que, al tacto, aportó Voluntad al medioelfo como extraída de un lugar lejano. El óxido abandonaría la esfera tras el ritual, entendiendo Ídril que era un artefacto traído por su dios.