Las calles subterráneas de Selitan ardían.
El grupo se dirigía a toda velocidad a los hangares para salír de allí, pero una enorme explosión separó a un lado al mandaloriano y al otro al resto: un trooper con un lanzacohetes disparó a un carguero justo cuando pasaban cerca, haciendo que Mando empujara a sus compañeros para separarlos del peligro, quedando él mismo expuesto al mismo.
Disparos de bláster, llamas, enemigos por doquier... tuvieron que huir. El grupo subió en la Némesis y ascendió lo antes posible del túnel vertical de acceso. En la salida debieron esquivar el bloqueo republicano e imperial, pero lograron establecer una ruta de salida para saltar la hiperespacio hacia Torque... pero no solos: un grupo de cruceros ligeros intuyeron la ruta y los persiguieron.
En Torque, bloqueados por los 3 cruceros del Imperio, no se esperaban a los 5 cruceros que llegaron "escoltando" al pequeño carguero corelliano.
Carguero Corellian Engeneering Corp. YT-2k21 "Némesis" |
La sorpresa hizo que el bloqueo se liberara y que la Némesis pudiera colarse y bajar hasta la capital y aterrizar cerca del palacio de Bwahl el hutt. Pero la verdadera sorpresa fue la que supuso la llegada de Dashen Vondar para Nawarah.
El sullustano Dashen Vondar |
Dash Vondar había escapado de la TecnoUnión durante las Guerras Clon, refugiándose con una familia en el planeta Ryloth... los Secura. Nawarah Secura era el hijo pequeño de la familia, hermano de la maestra jedi Aayla Secura.
Ahora Torque estaba bajo la sombra de los cruceros de la república y el imperio. No hacían movimientos y se medían unos a otros en la distancia; al menos el bloqueo ya no era efectivo. Nawarah explicó que ambas facciones estaban limitadas. Por una parte el imperio contaba con grandes profesionales, pero sus efectivos estaban mermados (aquí eran 3 cruceros ligeros). Mientras tanto, la joven república contaba con entusiastas voluntarios, pero inexpertos navegantes. Sus 5 cruceros hacían movimientos fuera de estrategia y desordenados. A pesar de la diferencia numérica, cualquier resultado era posible... aquel impasse podían alargarse demasiado, y acabar mal para el planeta.
Mientras tanto, en Selitan...
Mando estaba aturdido, tirado supino en el suelo entre escombros. Cuatro brazos lo agarraron por debajo de los suyos y lo carretaron rumbo a una portezuela, sacándolo del fuego cruzado. Consiguió abrir los ojos y, a través del casco, vio a dos mandalorianos (hombre y mujer) que lo ponían a salvo.
Cargaron con él durante unos minutos, pasando a una zona de mantenimiento oculta.
Eran mandalorianos, sus hermanos, seguidores del Credo que... espera, ¡se quitaban los cascos para atender sus heridas! Mando se sorprendió tanto que no daba crédito. Y, al curarlo, vieron que la piel de Mando ¡era azul!
Mando (nacido como Bárid Bastra) había sido un huérfano criado en el credo del Mandalore, y por ello se sentía diferente en dos sentidos... porque bajo su casco de aleación de beskar era un chiss. Y aquellos dos mandalorianos también eran chiss... Pero no sólo eso: aquellos mandalorianos se presentaron como Essantha y Badír Bastra. ¿cómo era posible que se apellidaran como él?
Cuando Mando estuvo mejor, gracias a los cuidados de su autoproclamada "hermana" y su medpack con aerosoles de bacta, Mando intentó reflexionar sobre estas personas a las que había conocido. Poco pudieron hablar, ya que se rearmaron y fueron a rescatar y poner a salvo al máximo número de mineros de Selitan.
Bárid Bastra sin casco, "Mando" para su grupo habitual |
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