lunes, 3 de agosto de 2020

¿Quién ostenta la Autoridad?

Desde su inicio los juegos de rol reglados dependían de una figura, el Dungeon Máster, que más o menos actuaba como un  narrador omnisciente tradicional ante las diferentes decisiones que tomaban el resto de jugadores con respecto a sus personajes. El Máster sabía todo, dónde estaba cada cosa, qué enemigos podía haber y cuáles había realmente. Tan sólo en ciertos momentos se ponía en la mesa la duda probabilística del poder de los dados, que actuaban como árbitro imparcial y artificial en ciertos momentos.
La autoridad la ostentaban ellos, los Másters.

Paulatinamente, y sobre todo a partir de ciertos juegos de talante más narrativo (archiconocidos El Príncipe Valiente, FUDGE, FATE, más recientemente Feng-Shui o Inspectres, por ejemplo...) la autoridad narrativa ha ido modificándose hasta llegar a cierta oscilación en la que a veces la autoridad la tienen los jugadores y otras veces el máster/narrador.
Hay incluso opciones para prescindir de esta autoridad única, como Polaris, Fiasco, Lovecraftesque...

La autoridad en mesa me importa. Es necesario cierto momento en que alguien debe decidir y decir "no, lo que pasa finalmente es ÉSTO", y que pase. Y que haya consecuencias. Alguien que asuma la capacidad de cristalizar las acciones y motivaciones, los resultados de dados y articulación de mecánicas y diga "ésto es lo que ocurre". Y que el resto de la mesa (entre júbilos o lamentos) asienta y reconozca esa autoridad. A mí me gusta así.

Pero, ¿qué ocurre fuera de la mesa? ¿Hay realmente una autoridad fuera de nuestras mesas?


Los juegos de rol son una afición diversa en la que se incluyen todo tipo de personas. Algunas desconocidas y otras que son más conocidas en o por ciertos círculos. Aclararé aquí que ser conocido en según qué círculos roleros no es para tanto, pero hay gente a la que si midiéramos por su criterio tendría, creo yo, una popularidad más amplia que otra.
Ahora la pregunta sería: ¿tener una opinión más popular (acertada o no, argumentada o no) hace que tengas, por así decir, cierta autoridad dentro del círculo de afición donde te muevas?

El máster de Zero Charisma. Qué horror de experiencia.

Antes de las redes sociales recuerdo (hablo de principios-mediados de los '90) que conocía de refilón a varios roleros de mi ciudad. No de jugar con ellos, simplemente me llegaban cantares de sus andanzas. Algunos eran "autoridades" del rol y controlaban sus grupos de una manera realmente peligrosa. Eran de esos frikis de película americana que tenían esa falsa autoridad cutre de máster de aquella época. De esos que daban puntos de experiencia a los personajes si los jugadores pagaban una fanta en el bar. De esos que se pensaban que fuera de la mesa seguían siendo los "másters" de cuanto les rodeaba. Hablamos de gente que decidía quién jugaba y quién no en función del peloteo que recibían (había gente "vetada" por discutirles las reglas), y que si establecían que "esta regla es así" el resto de grupos orbitales debía aplicarla también. Porque se sabían el manual de memoria y eso les daba rango de eminencia, la infalibilidad del santo tocado por la mano de los dioses. Aunque estuvieran aplicando mal la regla por malinterpretarla (a propósito o por falta de comprensión lectora).

Tuve la suerte, repito, de sólo conocerlos de oídas, puesto que yo no necesitaba un máster para poder jugar a rol. Creo que haber sido máster siempre me libró de muchos desencuentros.

Pero ahí estaban. Eran "autoridades" del rol. Eran falsos referentes que mezclaban muchos complejos, falta de autoestima, familia con dinero que les compraban todos los manuales y gran dificultad para establecer vínculos sociales horizontales. Pero, de nuevo: eran autoridades en su contexto. Lo que decían era escuchado. Y, a veces, incluso obedecido.

Claro está, la gente que juega con ese tipo de autoridades va creciendo, madurando y viendo cosas. Y viviendo otras.Y se va apartando de esas dinámicas más propias de la adolescencia. Algunos dejan la afición y otros la critican con fruición durante años por pensar que todos somos así. Recordad que el plural de anécdota no es datos.

Curiosamente, no dejo de ver ciertas similitudes con ésto desde que me empecé a mover en redes sociales, allá por 1997. El tema de la autoridad relativa. ¿En qué? Pues en que creo que, muchas veces y de forma velada, hay quien cree que por tener X número de seguidores, o X libros publicados, o X editoriales funcionando, o X años de experiencia, o X jornadas montadas o lo que sea... y al revés, gente que acaba de entrar en la afición hace semanas, y no ha experimentado lo suficiente... hay quien cree que puede pontificar sobre lo que es correcto o no, sobre lo que es bueno o no, sobre todo lo malo que era antes o todo lo malo que es ahora, sobre lo que te conviene o no dentro de la afición. y quién te conviene o no. Sobre si formas parte o no. Y hay aficionados que asienten y reconocen esa autoridad en una suerte de extraño vasallaje.


El problema de la autoridad relativa es que, efectivamente, es relativa. Y es cedida. No es real. No existe una jerarquía en nuestra masa de aficionados, a excepción de la que cada uno se imponga a sí mismo. No hablo de asociaciones, jornadas o algo donde sí se debería guardar cierta jerarquía. Hablo de leer a alguien en un blog, en twitter, en Reddit, un vídeo en youtube... y dar lo que dice por bueno, por cierto, por correcto por el mero hecho de decirlo quien lo dice. Son el equivalente medieval a "Doctores de la Iglesia": gente aupada por otra a una suerte de potestad doctrinal; a veces para bien, a veces para mal.

Aceptar sin más lo que digan esas autoridades por el mero hecho de haber sido convertidas en, eso, "autoridades", es lo que se llama argumento ad verecundiam, magister dixit o ipse dixit, dependiendo de quién defienda esa autoridad.

Mejorar como máster es algo que se gana con experiencia y con la absorción de todo lo que vas "anotando" del exterior. Aceptar consejos, leer artículos, mejorar en tus habilidades de oratoria, organización, control de tiempos y escenas... Pero algo que dudo que sea bueno es dar autoridad a otros sobre cómo debes ser tú. Tomarlos como modelos perfectos. Porque algún día ese modelo podría quebrar (ya sea por no cumplir tus expectativas o porque simplemente no aguanta la presión de ser referente para tantos desconocidos) y hay posibilidades de que quiebres tú con él, o te tires directamente a su yugular por "haberte fallado" (otro gran clásico de las redes sociales).

Cada uno debería buscar ser lo suficientemente autónomo, tener confianza en uno mismo y en sus crecientes capacidades, hacer auto crítica, evaluar los procesos que te llevan de un punto a otro, de un grupo a otro, de un juego a otro.

Pero ojo con la idolatría. Ojo con elevar la opinión de un simple aficionado como tú a la categoría de "mandamiento". Sea éste quien sea. Da igual quién lo siga, cuántos, lo que diga o no diga. 

Por mi parte seguiré no aceptando la autoridad de nadie en esta afición. Nadie está por encima de mí. Ni siquiera el autor del manual que me acabo de comprar. Tan sólo valoraré sus opiniones que, en mi criterio personal y pensamiento crítico, las tomaré por buenas o malas. Porque todos los jugadores y másters de esta afición tendríamos que tener una relación horizontal. Siempre que se cumpla la premisa del RESPETO mutuo nadie es más y nadie es menos.

Yo me aplico ésto pero en formato "Máster". 

Nadie, repito, por encima de mi criterio como rolero. Porque yo mejor que nadie sé lo que me funciona, lo que me gusta y lo que se me da bien. Y lo que no, claro.

Y nadie por debajo, espero, después de haber expuesto estas mis razones.

10 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con la reflexión. La autoridad que comentas es una miseria, no existe, es una fantasía y de las más peligrosas que puede haber entre personas.
    Hay que aniquilar la en cuanto aparezca.
    Hay que matar al buda en cuanto aparece en tu camino

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  2. Conviene recordar que la autoridad del máster, si la hay, siempre es prestada, decida temporalmente para permitir una especie de despotismo ilustrado durante el tiempo de juego, delegando en esa persona la responsabilidad de tomar determinadas decisiones por el bien de la historia.

    Y ejercer ese poder, el de otorgar la autoridad, debe hacerse desde la igualdad y en confianza, nunca desde una posición de inferioridad.

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    1. Totalmente, y así lo indico. Pero, ¿qué hay de esa autoridad que no es del máster, que es simplemente del gurú de turno en redes sociales? Esa es la que yo considero peligrosa, no la del consenso de la mesa de juego.

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  3. Creo que tienes toda la razón. Yo también ví y escuché en mi ciudad(de lejos) aquellas historias de másters que sentaban cátedra y jodían a los jugadores que cuestionaban cualquier cosa. Fue lo que me hizo cogerle cierta tirria a las asociaciones de roleros.

    Respecto a la reflexión de autoridad por influencia, vaya que si tienes razón. A veces leo en Tw con estupor cómo una opinión es rebatida porque el influencer o famosete streamer de turno dice esto o lo otro. Y lo peor es cuando personas que actuán como sicofantes de estas figuras vienen a decirte tal o cual cosa.
    Confieso que mi desconexión con estas vacas sagradas para los aficionados es total: las partidas que he visto por internet no me han gustado por una u otra razón, y supongo que por eso no idolatro a estas figuras pero puedo interactuar con ellas en redes como quien comparte el secreto de aquellos que saben lo que es tener experiencia dirigiendo y sonreír sin necesidad de explicar nada.
    Que nadie te diga que no estás jugando bien, un tema como el rol no entiende de estas figuras mesiánicas, al menos para mí. Ese autor, o esa autora, que ha escrito varios juegos o que una editorial promociona para que pontifique desde su cuenta, igual resulta que no juega "mejor" que yo, y el hecho de los seguidores en redes o la fama no significa que sea mejor dirigiendo. Que igual sí, pero no tiene por qué, y parece que esto es algo que muy poquita gente pensamos en esta afición.

    Un placer leerte.

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  4. Pues esperad a que lleguen los DM de pago y ya veréis. Lo de ahora pero multiplicado por mil 😅🤣

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    1. La "profesionalización" del máster yo creo que ya es un hecho: las monetizaciones de partidas y vídeos ya hace que embolsen dinero. El tema ahora es pensar si con ello se les otorga autoridad sobre los amateurs o no.
      Gracias por leerme!

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