miércoles, 29 de diciembre de 2021

Gravity Falls - MotW #1

Experimento Personal #1 mezclando Monster of the Week y Gravity Falls.

Dipper Pines



Libreto: Conspiranoico
Encanto -1 Frialdad -1 Agudeza +2 Dureza 0 Sobrenatural +2
Movimientos
Unir los puntos.
Suelen subestimarme.
Contradictorio.
Movimiento Especial
Diario
Una vez por Misterio, cuando busques información en el Diario, tira +Agudeza
10+ Obtienes 3 de reserva
7-9 Obtienes 1 de reserva
6- Metes la pata a lo grande. El Guardián dirá qué ha pasado. Anota experiencia.
Cada punto de reserva puede gastarse como +1 para cualquier tirada relacionada con el Misterio, incluido Daño.



Mabel Pines




Libreto: Mundano
Encanto +2 Frialdad +1 Agudeza 0 Dureza +1 Sobrenatural -1
Movimientos
¿Qué podría salir mal?
Confía en mí.
El poder del corazón.
Movimiento Especial
Pistola-gancho
En cualquier situación en la que huyas o ayudes a huir a alguien considera que has sacado un 10+.



Jesus "Soos" Alzamirano Ramírez




Libreto: Agraviado
Encanto +1, Frialdad 0, Agudeza +1, Dureza +2, Sobrenatural -1
Perdió a su padre. Era débil cuando lo perdió.
Movimientos
Conozco a mi presa (Monstruo: La desatención paterna).
La seguridad es lo primero.
Las herramientas importan.






Wendy Corduroy




Libreto: Profesional
Encanto 0, Frialdad +2, Agudeza -1, Dureza +2, Sobrenatural -1
Agencia: Su familia - Recursos (Bien armada, Entrenamiento riguroso), Trabas (Superiores hostiles, Recortes de presupuesto).
Movimientos
Cuando tratas con la Agencia.
No se deja a nadie atrás.
Médico.
Movilidad (la furgo de Robbie).






Stanley "Stan" Pines


Libreto: Criminal
Encanto +2, Frialdad +1, Agudeza +2, Dureza +1, Sobrenatural -1
Pasado: Estafador, Charlatán, Carterista.
Sombra del pasado: Tienes un rival de tu pasado, Bud Gleeful. Tienes a varias agencias gubernamentales tras tus pisadas.
Mundo Clandestino: El objetivo de tu trabajo era mantener la tapadera de la Cabaña del Misterio para traer de vuelta a tu hermano Ford de donde quiera que estuviera.
Movimientos
Terreno propio (la Cabaña del Misterio).
Artefacto (Máquinas y Diarios de Ford).
Patear Culos (Avanzado)





Stanford "Ford" Filbrick Pines





Libreto: Experto
Encanto -1, Frialdad +1, Agudeza +3 Dureza +0, Sobrenatural +2
Movimientos
Pasado Oscuro.
Suelo tener razón.
He leído sobre este tipo de cosas.
Preparativos.
Fuerza impía (Monstruoso).
Investigar un misterio (Avanzado)
Refugio
Biblioteca de folclore, Laboratorio mágico, Taller.



miércoles, 22 de diciembre de 2021

Caso #1:Reflejos (MotW)

La pick-up avanzaba a través de la infinita techumbre arbolada, tenazmente bajo la oscuridad de la noche y sobre un asfalto que había visto tiempos mejores.

Dentro, Sam Enfield y Conrad Swamp se lanzaban pullas, como era habitual. El primero conducía y el segundo lanzaba comentarios cínicos sobre el mundo.

Samuel sabía por qué hacía aquéllo: su hermana de 5 años había desaparecido unos diez años atrás mientras él, que por entonces tenía 16 años, la cuidaba. Esa noche algo entró en su casa, algo siniestro que aprovechó la indefensión de una niña pequeña y de un adolescente que, lejos de estar enteramente pendiente de su hermana, no reparó en qué sucedía hasta que fue tarde. "El Coco", gritó cuando llegaron sus padres y las autoridades. "Se la llevó el Coco". Creció con las enseñanzas de un abuelo que lo entrenó para abrir los ojos y estar atento. Nunca volvería a no estar pendiente. Encontraría a su hermana y vengaría aquel agravio.

Conrad era un caso aparte. Delgado, enjuto y con el pelo engominado para atrás. Siempre con aquellos trajes y camisa negros. Era un tipo extraño, siniestro dirían algunos. Pero tenía ciertas capacidades que extraía de un fondo de violencia autodestructiva interior inagotable. Veía cosas. Presentía cosas. Y casi ninguna agradable.

Un par de día atrás, en Lakeview, Oregón, se confirmaba la tercera víctima por suicidio en el pueblo. Algo no encajaba: Ivana Haffler, de 16 años dos días atrás. Si nos íbamos a 15 días, Sondra Wilkinson, de 24. Un mes atrás, Rachel Steward, de tan sólo 10.

Si algo bueno podían sacar de ello era, sin duda, la tarta de manzana casera del diner que había en la entrada del pueblo. Hellen, la veterana camarera les trajo un par de porciones y café negro para Samuel y un batido de fresa para Conrad. Batido a las 7:00 de la mañana: "el desayuno de los campeones" se atrevió a añadir Hellen arqueando las cejas. Sam centró su mirada en el café. Un par de madrugadores camioneros en ruta miraron el batido incrédulos, pero luego volvieron a sus huevos revueltos con beicon y café.

Las pullas continuaban, pero la tarta y las bebidas las aminoraron. Pero Conrad notó un destello, un algo que dejó entrar en su mente... algo que venía a darle un mensaje. El demediado vaso de batido de fresa estalló ante la presión de su mano, saltando su contenido en todas direcciones y clavándose esquirlas en dedos y palma izquierda. Hellen, muy profesional, acudió al rescate con trapos y expresión de preocupación. "No pasa nada" dijo Sam, "le sucede a veces. Lo sentimos". Dejó una propina mientras Conrad, con una servilleta envolviendo su mano, describió a "una chica rubia, muy delgada..." a la cual nunca había visto. Calló una visión sobre una muchacha de unos 16 años cortándose los antebrazos con unas cuchillas desechables. Hellen, sorprendida, explicó "¿la niña Haffler? Murió hace un par de días. Viven en Main Street".

Se dirigieron al lugar, una casa bien en un barrio bien en un pueblo bien. Todo bien. Excepto el lazo negro en una de las columnas del porche de la casa y los dos coches del sheriff en la entrada. Varios ayudantes charlaban. Alguno incluso los detuvo al ver que iban directos a la puerta principal, abierta para recibir a los vecinos al velatorio. Tras una breve discusión con uno de los ayudantes, los dos se colaron en la casa. 

Conrad echó un ojo a las fotos de la familia: la chica de la visión no estaba allí. Les llamó la atención que los Haffler habían cubierto con lienzo negro todos los espejos. Consiguieron hablar con ellos, identificándose como investigadores que buscaban frenar los suicidios. Consiguieron vender la moto a la esposa, a la que debieron prometerle que resolverían la muerte de su hija. Les permitió subir al cuarto de la muchacha. Les contó que su marido, eslavo, creía que debían cubrir los espejos debido a que el espíritu de Ivana podría quedarse atrapado en uno de ellos. La mujer, sin fuerzas, no quiso discutir las supersticiones europeas de su marido.

En la habitación Sam echaría un vistazo al PC (un pentium con conexión a 56k), encontrando que la joven buscaba información sobre la "Verónica" o la "bloody Mary", un bulo que hablaba de que, repitiendo un nombre ante un espejo, convocabas a un fantasma. Conrad vio que el espejo del armario estaba roto: la chica había usado los trozos para cortarse las venas. Una foto en un álbum atrajo su atención: una chica morena abrazada a Ivana Haffler. Era la joven de la visión. La madre les dijo que la joven se había teñido hacía unos meses como gesto de amistad con la también rubia Ivana: se trataba de su compañera de clase, Susan Matheson, la cual vivía a dos manzanas, en Elm street.

Se encaminaron hacia allí, y de camino se encontraron con los que, claramente, eran sus padres. Éstos, de camino al velatorio, fueron interceptados por los dos Cazadores. Tras unas desafortunadas palabras sobre suicidios contagiosos, muerte y asesinatos el matrimonio volvió sobre sus pasos amenazando con llamar al sheriff. Sam y Conrad los siguieron. 

Al entrar en la casa la mujer soltó un gran alarido. Los Cazadores llegaron corriendo, saltando sobre el padre (inconsciente en el suelo de la entrada) y subieron al piso de arriba a por la madre (que intentaba aguantar los golpes de múltiples objetos que volaban por el pasillo de la planta superior de la casa. Sam hizo bajar a la histérica mujer y cargó a través del pasillo, tumbando la puerta de un patadón. Al abrirse la puerta el joven vio a Susan sentada en el suelo mirándose en el espejo del armario ropero a punto de cortarse los antebrazos, tal y como el siniestro Conrad había visto. En el espejo del armario Sam entrevió la sombra de una mujer vestida de bruja con una... ¿bolsa en forma de calabaza en la mano?

Conrad invocó su poder para hacer escapar al espíritu que rondaba, poniéndolo en fuga tras una breve lucha contra la sombra, que lo empujó escaleras abajo.

Los padres de Susan dieron mil veces las gracias. No entendían qué había pasado. Cuando Sam dejó caer que algo del pasado había traído a esa sombra la mujer se puso más pálida y tensa... "¿Qué pasó entonces, en aquella noche de Halloween, señora Matheson?". Les pidieron abandonar la casa, o llamarían al sheriff.

Conrad volvió a casa de los Haffler y Sam visitó la sala de hemeroteca de la biblioteca local. Ambos fueron recuperando fragmentos de información, que quedaron así:

  • Hace un mes Rachel Steward, de 10 años, estaba en una fiesta de pijamas con otras amigas. Bromeaban con una ouija y con el juego sacado de foros de internet de la bloody Mary. En un momento dado fue al baño y, allí, se cortó las venas con cristales del espejo. No pudieron hacer nada por ella.
  • Quince días atrás la joven Sondra Wilkinson, de 24 años, se quitó la vida en su domicilio. En este caso también había cristales rotos de un espejo.
  • Dos noches atrás Ivana Haffler, de 16 años, se suicidaría en su casa también, ante el espejo de su habitación.
  • Esta misma mañana Susan Matheson iba a matarse del mismo modo.
No iban al mismo instituto, no frecuentaban las mismas zonas, nada. Salvo... las madres. Las madres de las cuatro chicas habían ido juntas al mismo instituto en la misma clase. Cuando la presionaron lo suficiente, Edith Haffler confesó que cuando tenía 16 años había acosado a una compañera llamada Mary Anne Barrows. Según el informe la joven Mary Anne había salido de su casa la noche de Halloween y nunca más se había visto a saber de ella.
Edith confesó que, junto con Lana, Sarah y Carol (las otras madres) habían planeado una broma que se les había ido de las manos. Aterradas, metieron el cuerpo de Mary Anne junto con su disfraz de bruja lleno de espejitos y su ridícula bolsa con forma de calabaza en un saco de arpillera y lo enterraron en el bosque de Point Crescent, en las afueras de Lakeview.
Los dos cazadores se equiparon, montaron en la pick-up y condujeron hacia allí. Parte del camino fue a pie. Llegaron a media tarde, cuando oscurecía. Cavaron y cavaron, y vieron que en el árbol sobre su tumba había pequeños espejos que reflejaban los moribundos rayos del sol. Sam cortó los hilos que los mantenían con su daga.
Mary Anne reaccionó en su saco cuando cavaron lo suficiente. Sam usó la daga, esa que su abuelo le había legado, sobre las formas que se retorcían bajo el saco, y luego Conrad vació dos bolsas de sal y un litro de gasolina en el hoyo. Inmediatamente saco su zippo y, entre las sombras crecientes, vieron cómo el fuego purificador aplacaba a la criatura y la mandaba a su descanso eterno. Las llamas brillaban en el rostro de los dos cazadores.

Quedaban cosas por hacer en Lakeview, pero quizá serían tarea de la oficina del sheriff.

Forbidden Lands: Asalto

Gracias al prisionero esclavista supieron que habría sobre 10 guardias en Zarakzán. La idea de un asalto era algo planteable. Peligroso, y más si había que contar con la gente de Boldhome (nadie del lugar era buen luchador; eran hombres armados sin formación).

En el pueblo estaban preparándose para las celebraciones del Día del Despertar, que marcaría el inicio del mes de Altaprimavera. Todos menos uno: Callus llevaba desde el ataque recuperándose de sus heridas. No era normal, puesto que Idril había curado con salmos las heridas peores. Por Hearda supieron que las heridas de Callus eran más del alma. Kurt intentó animarlo cuando fueron a visitarlo en su camastro en el piso superior del Viejo Molino, pero el viejo no estaba muy por participar en celebraciones.

A solas, Idril le dio una auténtica lección de responsabilidad y de asunción de méritos. Tal vez su hermano había fallecido y su pueblo había estado al borde de la destrucción... pero la mera presencia de Callus en el pueblo había dado coraje a sus vecinos. Y, además, toda la aventura de descubrirse a ellos mismos como Cuervos de Plata había surgido de las historias, leyendas y rumores que el viejo les había contado. Él había iniciado una chispa que ahora prendía sobre las tierras de Lejano Vivend. En palabras de Idril "Callus: TÚ eres Boldhome".

Tras un tiempo de deliberación decidieron ir al norte, a Zarakzán, en principio en una misión de incursión. Al ver de nuevo la nieve y las imponentes montañas de las Fauces de Frío los recuerdos volvieron. Kurt se acercó lo máximo posible al muro de rocas que cerraba por la parte ancha el terreno en forma de V invertida acceso a la mina. Pudo ver desde un escondrijo que los guardias eran pocos y los esclavos unos cuantos. Idril decidió practicar sus nuevas capacidades para urdir la magia (aprendidas de la tablilla negra que había encontrado en Colinas Rojas): una niebla densa cubrió el terreno, y el medioelfo facilitó al wolfkin y al elfo saltar el muro sin ser vistos, eliminando a un guardia en el proceso.

Una vez dentro los guardias empezaron a llamarse unos a otros, pero ninguno dio muestras excesivas de incomodidad ante la niebla... parecía algo habitual. Kurt lanzó sus flechas y Tháendan descargó su Espada Rota contra los esclavistas. Idril lanzó un atronador grito sobre ellos también. Dejaron a 4 muertos y a uno herido. 

Entre los moribundos se encontraba Darru, "el jefe"... La hoja de sílex le abrió una profunda herida en el muslo. El sureño maldecía incrédulo por haber caído en una emboscada tan sencilla. O, tal vez, era que los enemigos a los que se enfrentaba eran muy superiores a lo que conocía hasta ahora.

Esos enemigos eran héroes de Lejano Vivend. Cuervos de Plata. Dudo que ellos mismos se lo creyeran realmente.

Pusieron sus sentidos en alerta, porque en el interior de la mina se apreciaban gritos y sonido de lucha contra algo... quizá gusanos gigantes. Los guardias solían apaciguarlos dándoles esclavos moribundos para cenar... Los tres amigos se estremecieron antes de buscar la manera de entrar y eliminar a los guardias restantes, y salvar al mayor número de esclavos posible.

miércoles, 8 de diciembre de 2021

Forbidden Lands: Comercio

En los dos días siguientes un cantero y constructor llamado Cervus que estaba entre los prisioneros que iban a ir a Zarakzán viajó con Kurt en una de las carretas tiradas por lévog a Tyr Melián para valorar próximas obras y construcciones. En el pueblo Tháendan e Idril estuvieron hablando con los habitantes de Boldhome de diversos temas para obtener más información de los alrededores.
Descubrieron que los sureños atravesaban el río Meliaguas al sur del Aurakal en unas planchas de tablas montadas sobre grandes barriles flotantes. Los sureños tendían esos ingenios sobre el río y podían salvar la longitud del caudal de unos 40 yardas fácilmente con la carga que traían en varios viajes. Decidieron destruir esas embarcaciones.Esperaron el regreso de Kurt y fueron allá juntos.
De camino, montados en sus gusuks, se encontraron con el zorro anaranjado llamado Grelf, conocido de Idril. El zorro-demonio advirtió al medioelfo de que por el río podían venir enemigos o amigos, o gente traída por engaños.
Grelf
Al poco, en la creciente oscuridad del atardecer, vieron una lancha plana bajando con cuatro humanoides: un sureño, un medioelfo, un orco vestido como un humano y un norteño. Los cuatro hicieron encallar su balsa con mercancías contra la orilla donde estaban los Cuervos escondidos. 
Tras un fuerte encontronazo descubrieron que se trataba de un grupo de comerciantes de un poblado llamado Halford, al oeste río arriba. Comerciaban en este punto con las gentes de Boldhome, o eso pensaban. 
Al poco, haciendo señales en la oscuridad con una antorcha, apareció alguien hacia en norte: una carreta con un viajero. Los de Halford dijeron que era su contacto. Los tres Cuervos lo reconocieron al instante, embargados por unos fuertes sentimientos de cólera: era un de los guardas esclavistas de Zarakzán. Lo capturaron sin problemas y, efectivamente, era uno de los hombres de Darru, el "jefe" de los guardas de al mina.
Darru, el odiado jefe de los guardas de Zarakzán
Los de Halford no entendían en qué estaban metidos. Ellos sólo traían mercancías desde el oeste, pensando que era comercio legítimo. El guarda de la mina, presionado, reveló que compraban joyas y metales preciosos porque los necesitaban en la mina para ciertos experimentos que no supo concretar. Una de esas joyas resultó ser un Corazón de elfo que Tháendan guardó para sí. 
Los Cuervos dejaron que los de Halford fueran en carreta a Boldhome, mientras al esclavista lo llevarían atado de puños, tirado desde la silla de sus gusuks. Pero primero quemaron los artilugios que los sureños usaban para cruzar el Meliaguas, afianzando su frontera natural con las Tierras de Entrerríos al sur.

miércoles, 1 de diciembre de 2021

Forbidden Lands: Lealtades

En esta ocasión todos estaban de su lado. No hubo facciones del pueblo en contra de los Cuervos. Se aprehendieron las provisiones de los carromatos y se atendió a los heridos lo mejor posible. Las armas se llevaron al Molino Viejo junto a los alimentos que tenían por objeto abastecer la mina de Zarakzán. Se distribuirían poco a poco de forma supervisada. 
Los esclavos que llegaban del sur (cerca de 10) eran, por un lado, ailanders norteños que residían en Ribadelya (una pequeña ciudad al sur cruzando la Tierra de Entrerríos) y. por otro lado, había dos goblins que habían sido capturados en algún lugar.
Descubrieron que la avanzada tenía órdenes de matar a los Cuervos de Plata por orden de Taddeus, un hermano de Herrumbre que gobernaba en Ribadelya como representante de la ciudad de Falender.

Falender, hasta donde averiguaron, era una ciudad que había quedado abandonada a la llegada de la Niebla de Sangre; los alderlanders sureños guiados por la fe a Herrumbre y la capacidad de sus siervos para no ser devorados por las criaturas de la Niebla la habían repoblado desde hacía un tiempo. Ahora buscaban dominar el comercio del norte hacia Vivend y Lejano Vivend, teniendo a Ribadelya de punto de reabastecimiento y a Boldhome como puente hacia Zarakzán.
Los desconfiados goblins.
De los goblins, que temían por su vida, sacaron también información. Los tranquilizaron asegurándoles que no eran enemigos, y les hablaron de Gugmo, el líder de la banda de Huesos Huecos con los que parlamentaron en las Llanuras del Dolor días atrás. Los goblins les hablaron de Uraz, el líder de los Huesos; y de la villa de Vorsinghall (un lugar donde convivían varias razas no humanas en cierta armonía) al extremo este, casi en la costa. Desde allí, dijeron, podrían hacer comercio con los Pueblos del Mar y con el propio clan del Hueso Hueco.

Cerca estaba el Día del Despertar, primer día de la primavera. Habría que hacer una gran fiesta para celebrar todo esto.