Al salir de LeClub consiguieron recordar paulatinamente más cosas sobre ellos y su trabajo.
Localizaron un piso franco del Instituto en las inmediaciones de Diamond Square y descansaron unas horas dentro. El portero, un hombre mayor, resultó ser una curiosa y amena fuente de información.
Allí había medios para recuperarse, comer, armarse (era curioso, pero todo salía de un compartimento oculto bajo una cama que no era muy grande, pero todo lo que iban necesitando, lo obtenían).
Mientras obtenían este material, alguien llamó con estruendo a la puerta. Mirando a través de la mirilla una visión terrible asaltó la mente de Redman: dos individuos vestidos de soldados del Ejército Rojo con cabezas arácnidas llamaban a la puerta con ímpetu. Les indicó a sus compañeros que huyeran y, sacando su automática del 45 descargó todas las balas contra la puerta con la esperanza de abatir a esas... cosas.
Salieron a toda prisa por la escalera de incendios, de nuevo a la oscuridad y a la lluvia, pero abajo también había agentes arácnidos. Corrían por la concurrida acera, pero pronto serían alcanzados...
Un buick negro derrapó ante ellos ciñéndose a la acera, y la puerta de copiloto se abrió dejando ver a un hombre joven de traje que les gritó: "¡Vamos! ¡Subid aquí!".
Redman se quedó de piedra: ¡era Miner! Su mentor, desaparecido hacía meses en una inserción.
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