Durante un tiempo el grupo estuvo perdido en sus decisiones e indecisiones.
*
Grüber y Hall se aliaron en su búsqueda de una cura para la heliofobia hematofagia, pero los diversos experimentos daban resultados no concluyentes o, directamente, contrarios a toda ciencia conocida.
La viuda Thompson empezó a usar su poder para convencer a varios especuladores inmobiliarios de lo buena idea que sería venderle a ella casas a precios bajísimos. En el bufete de abogados de la viuda, propiedad de un amigo de la familia, sir Gideon Forrester, estaban asombradísimos.
McKenna iba y venía. Su última andanza había sido internarse en Liverpool buscando respuestas. Allí, tras varios días infiltrado, escuchó rumores nocturnos sobre una figura de poder llamada Inglewood, al que se referían como Príncipe de Liverpool. Por lo visto había varios vampiros en la ciudad y otros habían salido rumbo Manchester para tomar el control de la decapitada urbe.
Powell rondaba en busca de recuerdos por la cambiada ciudad, y fue así como se acabaría encontrando con los médicos de nuestro grupo y estableciendo contacto con todos ellos.
**
Durante las siguientes semanas buscaron al Hombre Largo, que siguió asolando los barrios y abrazando a niños sin orden ni concierto (y en varias ocasiones atacando a Grüber y haciéndole beber de su sangre), presa de cierta locura que no entendían. Lograron desentrañar ciertos enigmas, como el del vampiro horrendo llamado Tadeus, que vivían en unos restos romanos bajo la ciudad. Vampiro que apareció hecho cenizas bajo un pozo, dejando un par de libros extraños que Hall guardó.
Hubo un encuentro en la ciudad donde políticos, empresarios, personalidades y artistas compartieron una noche en el ayuntamiento, lugar donde investigaron quién o qué estaba intentando hundir el proyecto del gran canal, consiguiendo inculpar a un funcionario corrupto que trabajaba para Liverpool (máximos interesados en que el proyecto fracase).
También lograrían capturar a una réplica de Hombre Largo, que resultó ser uno de los niños... pero alargado y cambiado físicamente por artes oscuras.
También tuvieron un amargo encuentro Grüber, McKenna y Hall con otros vampiros en la Albert Square, ante el ayuntamiento. Un vampiro nuevo en la ciudad hablaba con varios altos funcionarios, y el grupo entendió que era claramente una forma de control mental. Siguieron al tal vampiro y a sus dos guardaespaldas no muertos hasta un pub llamado El Ángel, al norte del centro. El vampiro, proclamándose Príncipe de Manchester, exigió su obediencia y lealtad. Digamos que todo acabó mal y las garras de Hall y la enorme fuerza inhumana de McKenna lograron acabar con dos de ellos rápidamente (para su sorpresa); Grüber acabaría con el "principe"... poco digno de tal título.
Lo peor fue que, en su ignorancia, entendieron que sorbiendo toda su sangre acabarían con ellos con más facilidad... Grüber sería al único que no tendría la desgracia de hacerlo correctamente, para suerte de su alma.
***
Durante los días el doctor Hall está custodiado por Nuli, una mujer asiática de 35 años, 30 de los cuales los ha pasado en compañía del vampiro.
Nuli es, a su vez, distinta. Tiene ciertas capacidades innatas que le permiten usar cierta magia simpática de forma muy eficiente. Lo había demostrado preparando curas para pacientes de la consulta y también siendo capaz de generar sellos en la puerta de la casa que impedían la entrada a desconocidos de voluntad débil.
Con el grupo dividido por lo ocurrido en Santa Ana, fue la fortuna la que los guio a la estación de tren de London Road, donde el Hombre Largo tenía otro refugio. Tras un breve intercambio de palabras, lucha entre ellos (ya que Grüber estaba dominado por la sangre), combate a muerte con el Hombre Largo e incendio posterior, lograron escapar de la zona dejando un vagón ardiendo y a uno de los niños chiquillo huyendo de allí... quizá para tramar su venganza.