La mesa era grande y rectangular, ocupando un puesto central en la Posada de Edna, y estaba rodeada de taburetes, todos ocupados por gentes dispares: un paladín jugueteando en silencio con una taza de madera y con un rosario de Justido, un par de elfos afinando instrumentos de cuerda, un enano ebrio, un bárbaro pensativo, un viejo montaraz, ... En ella había un mapa tallado a cuchillo y daga sobre el que se adivinaba todo el contorno de Highdell a varias leguas a la redonda: El Vertedero, El Estanque de Fensalir, las termas de Trimaz, el Bosque de Villestro, el Claro de Luz, cerca de este último; el templo del Farallón y los cercanos Acantilados con Ojos, los Picos Gemelos, la aldea de Silvouta...
Myrklos, el paladín, dejó la taza de madera, ya vacía de cerveza, sobre la mesa. "Bueno" dijo, "Yo marcho". Las quejas generales estallaron al momento. Llevaban horas allí. Edna les había estado sirviendo comida y bebida gratis desde que todo había acabado. Comida, vendas y alcohol de beber es lo único que habían pedido.
Myrklos insistió: "Debo ir al Templo del Farallón a agradecer al Dios su ayuda. Todos debieramos" sentenció con su estudiada mirada de ojos entrecerrados, "y luego iré a descansar... Ha sido un día larguísimo". Los demás asintieron con gruñidos y movimientos de cabeza, dejando claro que irían, sí, pero más tarde.
El paladín abrió la puerta con dificultad, haciendo ruido al rozar esta con los escombros del suelo. Fuera comenzaba a salir el sol, descubriendo varias montañas de restos donde antes había habido edificios. Myrklos hizo chasquear el cuello a un lado, y luego al otro. Luego estiró la espalda bajo la abollada armadura. Y luego, silbando y saludando a algún ciudadano que lo reconocía como uno de los héroes que había destruido al monstruo de oscuridad que había llegado arrasando a la región, se dirigió midiendo bien sus pasos sobre los sillares, adoquines y trozos de madera rotos desperdigados por doquier, hacia el Templo del Farallón a dar las gracias al Viejo y al Dios.
Gracias a todos los que entiendan el texto de arriba, por haberse leído las entradas de mi particular desafío en Highdell, y a Kano por coger la batuta de la orquesta formada por algunos roleros este mes.