Pregunta 9: Que sí, que sí: muchos y variados subterráneos, tumbas olvidadas plagadas de trampas y cuevas profundas que conducen al centro del mundo... Pero para aventureros noveles no hay nada más aterrador que la Posada de Edna, cerca de la Plaza de los Milagros y los Portentos de Highdell. Esa plaza suele ser el lugar de encuentro, compra y venta para alquimistas, magos, hechiceros, brujas, herreros arcanos y demás habituales del gremio. La magia fluye, los fluidos alquímicos se vierten los las alcantarillas y los elementos mágicos han provocado lo inesperado: el sótano de la Posada de Edna es un criadero de ratas gigantes mutantes de ojos rojos sanguinolentos. No son enemigos terribles, pero sí son molestas y puñeteras.
El sótano es enorme, y es un auténtico desastre... parece un templo a los dioses del Caos: desorden, humedades, barriles sin nombre que no se sabe ni lo que tienen ni desde cuándo... y las ratas. Edna siempre intenta liar a un grupo de incautos aventureros con un "igual me podríais echar una mano a cambio de unas cervezas". Los más experimentados evitan a Edna con largas de todo tipo, hartos de sus quejas, de su inhóspito y descuidado sótano y de los efluvios extraños que hay por el lugar, pero siempre hay alguien que pica y se ve matando entre 5 y 15 de esos enormes bichos para despejar el sótano, y recuperando entre 1 y 6 pequeños barriles de licor de calidad que Edna siempre guarda ahí abajo.
Entre los aventureros de la ciudad la frase "¿Qué, ya te has enfrentado a la Búsqueda Heroica de Edna?" es común y propiciatoria de burlas y risas.
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