viernes, 29 de julio de 2022

Forbidden Lands: Tornaverde

Tras las últimas aventuras necesitaban un descanso, el cual se combinó entre Boldhome y Tyr Melián. Aguardaron la llegada de la fiesta que pasaba de Altaprimavera a Bajaprimavera: el día de Tornaverde.

Durante los día previos hubo mucha expectación, ya que Los Cuervos podrían asistir. Lo mismo con gentes de aldeas vecinas, que trajeron sus excedentes para venderlos. El problema era que el sistema monetario era prácticamente inexistente. El grupo decidió que había que hacer una ceca y construir un troquel, y empezar a acuñar su propia moneda. Empezaron los preparativos junto con otros mandatarios de la villa de Boldhome.

Las festividades fueron mucho mejor que en el día del Despertar. Más concurridas, con el mercado listo y con muchas transacciones.

Durante las festividades tanto orcos como goblins de Zarakzán (de los clanes Huesos Huecos y Sin Alma) como vecinos de aldeas cercanas que llevaban décadas escondidos por culpa de la Niebla de Sangre (recordemos que, durante la noche, era peligrosísimo estar fuera de lugares fortificados) llegaron para comerciar. Incluso una pareja de wolfkin llegaron desde el sur con efectos de peletería y orfebrería sencilla.

Los Cuervos pudieron hablar con mucha gente, ponerse al día con Hearda y Callus de las necesidades de Boldhome y prepararse los días siguientes en Tyr Melián para acercarse al norte en busca de noticias. 

Entrenamiento, construcción de zona de tiro y de combate para la Guardia de la torre, pagos a leñadores y canteros...

Logística, formación y preparación antes de volver a Zarakzán.

martes, 26 de julio de 2022

Forbidden Lands: Resurrección

La muchacha llamada Káter acudió a la Casa Gran de Boldhome. Era una estructura de bloques de piedra rectangular de dos plantas con un escudo señorial (el puente) en el lado largo que miraba a la plaza del pozo. En ella había vivido el antiguo gobernador de la villa hasta que nuestros héroes acabaron con él, a poco de huir de los trabajos forzados de Zarakzán, muchas lunas atrás a principios de año.
Ahora era su lugar de descanso en Boldhome.

Pero esa tarde no había descanso, sino que se intuía un velatorio: Ídril había enfermado la noche anterior en la Ciénaga del Astado y se moría. Sabían que Káter era creyente de Heme, la Cazadora. Heme, esposa de Herrumbre, y la maldición que Ídril traía en su sangre parecía tener algo que ver con alguna de las dos entidades. Cuando llegó, reticente por el acoso sufrido a manos de Kurt a causa de sus creencias, su actitud cambió al ver al medioelfo. Tuvieron un momento de charla privada en la cual hablaron con franqueza de sus dioses. La joven, al ver que la vida abandonaba al druida, tomó su mano y rezó con fuerza... y fue escuchada. La vida retornó al medioelfo y la maldición se esfumó... y como humo entró en la joven Káter, infectándola a un ritmo acelerado. 

La tumbaron en la cama mientras veían cómo zarcillos negros bajo su piel descendían desde los ojos al cuello, dejando su boca oscura y sus ojos completamente carbón. El druida comenzó una lenta oración a Cuervo. La joven murió allí mismo, en sus brazos, pero su espíritu permanecía todavía cerca: invocando todo su poder, Ídril agarró el alma de la muchacha y la metió de nuevo en su cuerpo, purgado ya de la maldición. La joven, confusa, despertó debil y pálida, habiendo visto más allá del Velo. Sus amigas fueron avisadas y se les permitió hacer compañía a Káter. El asombro por lo sucedido tardaría en desaparecer de los ojos tanto de la joven como del medioelfo.
Ídril, de nuevo en pie.


martes, 5 de julio de 2022

Forbidden Lands: Envenenado

Faltaban pocas semanas para la festividad de Tornaverde, el paso de Altaprimavera a Bajaprimavera... y luego rumbo directo al verano.
Durante esos días pasaron muchas cosas: fueron a Zarakzán a plantar los hongos que habían recogido en Caldarium, cosa que pudieron hacer tras luchar contra unos gigantescos anélidos bajo la impresionada mirada de orcos y goblins de Vorsinghall. La cabeza del más grande sirvió para dejar claro a huesos Huecos y Sin Alma (los dos clanes) que los Cuervos iban en serio.
Uraz el Joven habló con ellos del trato alcanzado (metal por alimento), como reafirmando esa alianza entre los clanes y Boldhome.
Regresaron probando suerte por la Ciénaga del Astado. Mala idea.

La Ciénaga había estado extendiéndose durante décadas ante la indefensa mirada de los pobladores cercanos, que no hacían más que perder terreno antes ese avance. Desde las cordilleras del norte al bosque de Aurakal al sur el territorio estaba completamente ocupado por los tremedales, pantanos y ciénagas que el Astado (fuera lo que fuera ese ente).
En la primera intentona vieron salir de la Ciénaga a un grupo de sureños saliendo de la misma, en combate con unas criaturas que parecían haber atacado unos carromatos. Acabaron con ellos (con unos y otros), pero la duda de lo que habría dentro creció en el grupo. ¿Cómo era posible que los sureños pudieran atravesar el pantano en carromato? ¿Tendría El Astado algún pacto con el Sur, permitiendo el paso a los secuaces de Herrumbre?
El grupo dejaría a los gusuks en Tyr Melián y volvería para internarse en la Ciénaga. Después de un par de días de viaje empezaron los problemas: dificultad para avanzar, para otear, para encontrar el rumbo y para acampar.
En una de las tardes, mientras preparaban el campamento y vigilaban vieron una pequeña canoa flotando entre las corrientes de agua de la zona. Al acercarse vieron que era una canoa funeraria con símbolos de Cuervo, cubierta por un lienzo grisáceo, atacado por la intemperie y el paso del tiempo. Retiraron el lienzo y bajo el mismo había un cadáver en vida lleno de pústulas... Un gas cargado de esporas se elevó como una nube desde las heridas del cuerpo, y el cadáver viviente perdió la poca que le quedaba. El féretro flotante portaba, sin duda, una maldición.
Maldición que, por desgracia, atacó a Ídril el Medioelfo: al amanecer del día siguiente estaba débil y febril. El robusto Tháendan el Elfo parecía resistir las toxinas malditas, así que cargó al hombro a su compañero y, llevando Kurt el Wolfkin con casi todo el equipo, partieron hacia el sureste buscando una salida rápida con la esperanza de una cura gracias a las hierbas de Hearda, una de las dirigentes de Boldhome. Calcularon que en menos de dos días Ídril podría estar muerto.

Tocó carrera a marchas forzadas a través de varias millas de camino... pero llegaron a tiempo. Fue épico.

Allí las hierbas de Hearda de poco sirvieron, ya que era una maldición lo que contenía el medioelfo en su sangre. Descubrieron que, en su lucha ancestral, la Cazadora y el Astado eran enemigos... tal vez Heme, la Cazadora, pudiera hacer algo.
Heme, sí... la que en algunos lugares es venerada como esposa de Herrumbre y que Káter, una muchacha refugiada recién llegada a Boldhome
Emblema de Heme