Ídril les sacó toda la información que pudo a través de un ritual de lectura mental.
Supieron que vinieron en un barco largo desde un lugar llamado Falender. Allí vio imágenes de un enorme hombre en armadura, con la cara cubierta por una máscara cadavérica: era Sir Ardric, gobernador de Vivend. Bendijo su partida y les dio órdenes. Serían los Castigadores de Ardric. Dos Hermanos de Herrumbre con sus grifos, dos Guardias de Hierro con dos grupos de 5 soldados a su cargo; además llevaba a 2 ayudantes para ocuparse de la intendencia.
Sir Ardric de Falender |
Luego atravesando un gran lago. Luego llevaron el barco a través de una llanura hacia un gran delta llamado El Rubor. Pequeños islotes pantanosos cubiertos de niebla fueron el paisaje del viaje durante un tiempo. Seres humanoides pero sauriales atacaron la expedición, pero los de Herrumbre lograron salir sin demasiado problema. Rodearon luego un islote cubierto de brumas (¿el Refugio mítico de Maidenholm?) poblado por lo que parecían gentes élficas.
Luego, ya llegados al Norte, empezaron a masacrar poblaciones ailanders.
Decidieron ir al día siguiente Tháendan e Idril a Boldhome y mandaron a Cervus el Constructor que, tras rematar el templete circular de piedra que iban a dedicar a Cuervo en Tyr Melián, preparara un cadalso.
En Boldhome se encontrarían al Hermano que había escapado intentando atacar el pueblo con maldiciones y con su grifo. No sin dificultades, y con el elfo maltrecho, acabarían con la criatura y capturarían al sacerdote maligno, custodiándolo en la Casa Grande de Boldhome.
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