Me encanta leer eso en los artículos de opinión de la prensa. En plan "El mundo es una mierda (opinión)", o "Estamos rodeados de políticos sociópatas (opinión)". En plan "oye, que quede claro que lo que le pagamos por escribir a este tío y que luego decidimos publicar no tiene que ver con nosotros; son paranoias del pollo este".
Por eso me gusta leer blogs personales. Porque lo que se escribe es genuino y cada uno es responsable de ello. Pero (no falla lo del "pero") mi gesto se tuerce y retuerce cuando leo opiniones postizas, opiniones que parecen postureo. Y me parece mentira que hayamos abandonado hace tanto el instituto y la facultad y que todavía tengamos que distinguirnos de los demás llevando la contraria. Que no vaya a ser que me confundan con hoi polloi y se me quite el aura de grandeza.
Ejemplo 1: ¡No te salgas de la Masa!
Sí. Me ha pasado. "Yo sólo juego a D&D, lo demás ni lo miro". Me suena a "yo sólo me acuesto con gente de ojos azules". Pues vale.
Ejemplo 2: ¡Que no te relacionen con otras Masas!.
Sí. Me ha pasado. Varias veces. "No, nunca he jugado al RM, y nunca lo haría... Ni loco". Me suena a "yo nunca me acostaré con una persona de pelo rubio". Pues vale.
Ejemplo 3: ¡No te unas a la masa!
Sí. Me ha pasado. Muchas veces. Recientemente varias. "Sí, he visto Stranger Things y no es para tanto. Es más, me parece una mierda, un plagio de muchas ideas de los '80 envuelto en el homenaje de la nostalgia". Pues vale. Con Ready Player One, lo mismo.
Con este último ejemplo acabé algo quemado. No me va la vida ni el sueldo en defender la obra de otros, pero los argumentos en contra que me daban eran un poco pueriles, un poco de crítico demagogo que dice que algo que una gran masa dice que mola, es para él un asco. Y rápidamente nos sueltan aquéllo de las moscas y la mierda...
Como a mucha gente le gusta repetir estos días, los roleros somos una selecta minoría. Los de partida semanal como yo, una minoría aún más minoritaria y por lo visto en peligro de extinción. La llamada Edad Dorada se nos ha quedado en Edad de Aluminio.
El caso es que parece que, por pocos que seamos, por mucho dorado, plateado o cerúleo en el que estemos, es imperativo que andemos a tortazos (¿debate? ¿qué es eso?) y que saquemos dados afilados a cada uno que nos lleve la contraria o nos mire distinto. Y lo tuyo es peor que lo mío. Durante el verano he visto bloqueos en facebook y google plus por auténticas chorradas; insultos baratos y salidas de tono en varios grupos... una pena.
Es con estas cosas cuando recuerdas que el aficionado de rol medio no es mejor ni peor que el ciudadano medio (y, con este país que tenemos, la media es la que es).
Volviendo al tema que me trajo, que es el Factor Nostalgia y todos los detractores de libros como Ready Player One o Armada, de videojuegos retro, de juegos de rol old-school o de series como Stranger Things, sólo puedo decir una cosa: la calidad no está reñida con la nostalgia.
Hay una escena de Ratatuille (desde que tengo a la peque estoy puesto en cine infantil) que me parece de lo mejor que hay (SPOILER): cuando el crítico Anton Ego prueba el ratatuille de Remy y sufre un inmediato flashback a su infancia, haciéndole recordar aquel plato que le hacía su madre cuando niño. La factura de esa obra culinaria le hacía recordar un tiempo donde todo era distinto, quizás mejor, en un retrotraimiento lleno de felicidad a momentos concretos en el tiempo.
Criticar Stranger Things diciendo que es un pasticho es como decir que ese plato de ratatuille y las sensaciones que le brinda al personaje son simplemente un guiso de verdura.
Es con estas cosas cuando recuerdas que el aficionado de rol medio no es mejor ni peor que el ciudadano medio (y, con este país que tenemos, la media es la que es).
Volviendo al tema que me trajo, que es el Factor Nostalgia y todos los detractores de libros como Ready Player One o Armada, de videojuegos retro, de juegos de rol old-school o de series como Stranger Things, sólo puedo decir una cosa: la calidad no está reñida con la nostalgia.
Hay una escena de Ratatuille (desde que tengo a la peque estoy puesto en cine infantil) que me parece de lo mejor que hay (SPOILER): cuando el crítico Anton Ego prueba el ratatuille de Remy y sufre un inmediato flashback a su infancia, haciéndole recordar aquel plato que le hacía su madre cuando niño. La factura de esa obra culinaria le hacía recordar un tiempo donde todo era distinto, quizás mejor, en un retrotraimiento lleno de felicidad a momentos concretos en el tiempo.
Criticar Stranger Things diciendo que es un pasticho es como decir que ese plato de ratatuille y las sensaciones que le brinda al personaje son simplemente un guiso de verdura.
Sin faltar al respeto de nadie, pero intentando hacer ver mi opinión. Haciendo ver, también, que no todas las opiniones tienen el mismo valor. Su valor dependerá del que la da y del que la recibe.
Igual que dar oro al hambriento es ridículo, decir que Stranger Things o Armada encantará a alguien de 16 años es arriesgado. Igual que decir que el old-school derivado de D&D encantará a alguien que durante los '80 vivió RQ y RM. Por ejemplo.
No generalicemos.
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