(Actualización: hay gente que se queda en las primeras líneas: mi mensaje va al fondo del asunto)
El fútbol, y seguramente también ciertos dibujos animados de la televisión como Oliver y Benji, producen hemitrofia cerebral a medio plazo, pero ser aficionado al fútbol provoca necrosis fulminantes en los tejidos de la cabeza y del corazón. Ideado para imbéciles profundos, o bien para volver profundamente imbécil al que todavía no lo es, no se explica muy bien qué hace el gobierno de España, de donde todos somos súbditos, subvencionando este "deporte" de tan ínfima catadura cívica y moral.
O sí se explica, pues igual que los padres depositan a los críos ante el televisor o el campo de fútbol para quitárselos de encima y que parezca que no hay niños, así el gobierno ese tiene habilitado campos de fútbol, para que los futuros Ronaldos, Ramos y Piqués de España se entreguen allí a esos ridículos juegos en los que se emplean mentiras y lesiones fingidas. Un asiduo de ese antro de esparcimiento académico era el que tiró a otro aficionado al río, el canalla que en compañía de otros lanzó al Manzanares a un trabajador apaleado que también repartía golpes como buen aficionado al fútbol.
Si besos no hacen niños, pero tocan a vísperas, el fútbol no hace psicópatas, pero los promueve y los anuncia. Según los expertos, lo que juega en esos futbolines abyectos es el deporte sano, pero a ver qué deporte puede tener un tipo al que no se le ocurre otra cosa que hacer eso. Ninguno. Sólo seborrea y agobio dentro del cerebro, sólo desprecio por la realidad, sólo ignorancia, y así no es extraño que esos juegos delirantes abunden en propósitos racistas y nazis, que estimulen matar a una blanca que traiciona a su raza por amar a un negro, que dicten la «solución final» para los pobres, los feos, los inmigrantes o las prostitutas a fin de «depurar la raza».
El riesgo que corren los que disfrutan con el fútbol es el mismo, pero a lo bestia, que el que corren los niños expuestos durante horas a la realidad sucia del Fifa 2015 y el televisor.
El fútbol, y seguramente también ciertos dibujos animados de la televisión como Oliver y Benji, producen hemitrofia cerebral a medio plazo, pero ser aficionado al fútbol provoca necrosis fulminantes en los tejidos de la cabeza y del corazón. Ideado para imbéciles profundos, o bien para volver profundamente imbécil al que todavía no lo es, no se explica muy bien qué hace el gobierno de España, de donde todos somos súbditos, subvencionando este "deporte" de tan ínfima catadura cívica y moral.
O sí se explica, pues igual que los padres depositan a los críos ante el televisor o el campo de fútbol para quitárselos de encima y que parezca que no hay niños, así el gobierno ese tiene habilitado campos de fútbol, para que los futuros Ronaldos, Ramos y Piqués de España se entreguen allí a esos ridículos juegos en los que se emplean mentiras y lesiones fingidas. Un asiduo de ese antro de esparcimiento académico era el que tiró a otro aficionado al río, el canalla que en compañía de otros lanzó al Manzanares a un trabajador apaleado que también repartía golpes como buen aficionado al fútbol.
Si besos no hacen niños, pero tocan a vísperas, el fútbol no hace psicópatas, pero los promueve y los anuncia. Según los expertos, lo que juega en esos futbolines abyectos es el deporte sano, pero a ver qué deporte puede tener un tipo al que no se le ocurre otra cosa que hacer eso. Ninguno. Sólo seborrea y agobio dentro del cerebro, sólo desprecio por la realidad, sólo ignorancia, y así no es extraño que esos juegos delirantes abunden en propósitos racistas y nazis, que estimulen matar a una blanca que traiciona a su raza por amar a un negro, que dicten la «solución final» para los pobres, los feos, los inmigrantes o las prostitutas a fin de «depurar la raza».
El riesgo que corren los que disfrutan con el fútbol es el mismo, pero a lo bestia, que el que corren los niños expuestos durante horas a la realidad sucia del Fifa 2015 y el televisor.
(Parafraseado, con cambios en negrita, de aquí, modificado para el momento específico: ¿qué pasaría si alguien escribe ésto en el Marca o el Sport?)
(Actualización 2: El artículo original de Rafael Torres se debe al llamado "asesinato del rol", aclaro)
(Actualización 2: El artículo original de Rafael Torres se debe al llamado "asesinato del rol", aclaro)